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28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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No somos un cupo, somos mujeres políticas

"Las cosas van a cambiar cuando las mujeres realmente tengamos esa libertad e independencia".

Martes, 08 de marzo de 2022 00:02

Cada 8 de marzo es una nueva oportunidad para reflexionar, pero a medida que pasan los años cada reflexión implica nuevos debates, desafíos compromisos. Este año me permito reflexionar con algo de bronca, desazón, y por qué no decirlo también, con un sentimientos de frustración y decepción, porque a pesar de los importantes logros de todos estos años, a pesar de la cantidad de leyes y decretos que se aprueban en medio de grandilocuentes discursos, de la creación de organismos que transmite la esperanza de un Estado más presente, o de las voces de que se levantan ante un abuso, una violación o una injusticia por el solo hecho de ser mujer, hay hechos, tanto en nuestra provincia como en el país, que nos indican que todavía estamos muy lejos de alcanzar la igualdad de oportunidades, y peor aún, el camino que transitamos para alcanzar el respeto de nuestros derechos sigue siendo cuesta arriba.

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Cada 8 de marzo es una nueva oportunidad para reflexionar, pero a medida que pasan los años cada reflexión implica nuevos debates, desafíos compromisos. Este año me permito reflexionar con algo de bronca, desazón, y por qué no decirlo también, con un sentimientos de frustración y decepción, porque a pesar de los importantes logros de todos estos años, a pesar de la cantidad de leyes y decretos que se aprueban en medio de grandilocuentes discursos, de la creación de organismos que transmite la esperanza de un Estado más presente, o de las voces de que se levantan ante un abuso, una violación o una injusticia por el solo hecho de ser mujer, hay hechos, tanto en nuestra provincia como en el país, que nos indican que todavía estamos muy lejos de alcanzar la igualdad de oportunidades, y peor aún, el camino que transitamos para alcanzar el respeto de nuestros derechos sigue siendo cuesta arriba.

A diario vemos situaciones de desigualdad que nos siguen afectando, en todos los ámbitos, podríamos hacer una lista interminable de ellas, y aunque muchas personas piensen lo contrario, eviten debatir el tema, miren para otro lado, o simplemente minimicen las situaciones, la realidad muestra que las mujeres seguimos siendo sometidas a todo tipo de violencias y desigualdades.

La discriminación histórica que sufrimos las mujeres y que persiste en estos tiempos aun impide una integración igualitaria en la política, solo por mencionar un ejemplo. Si analizamos en detalle, las mujeres actualmente tenemos muy poca representación en los cargos, algo que a esta altura no debería seguir existiendo, ya que estamos convencidas de que nuestra participación es una necesidad para la democracia.

Es por ellos que quiero hacer mención a la violencia que existe todavía dentro de la política, y que tiene que ver con la presión que siguen teniendo las mujeres a la hora de trabajar, la falta de independencia para actuar y pensar libremente, y como consecuencia de ello, la obsecuencia de tener que agradecer por estar dentro de los espacios, como si las mujeres fueran títeres que se acomodan dentro de una escena a conveniencia de los hombres, y no por las capacidades que tienen para ejercer los cargos u ocupar los espacios.

Pero también me quiero referir al encubrimiento y a la complicidad que hay dentro de la política, y en este punto seré muy tajante. Durante 2021 hemos conocido graves denuncias contra funcionarios públicos, no solo por abuso de poder, sino también por acoso y violencia sexual, y frente a ello lo único que hemos obtenido como respuesta fue un silencio ensordecedor, que nos duele, porque muestra que no importa la violencia que sufrimos, sino que lo único importante es defender los intereses del poder de turno.

A diario pienso en qué distintas serían las cosas si las mujeres trabajáramos desde ahí adentro contra los abusos del poder político, para alzar la voz y denunciar la complicidad que se teje en el poder cada vez que un funcionario público es denunciado por violencia de género les puedo asegurar que las cosas serían muy distintas a la realidad que nos toca vivir de afuera.

Entre los objetivos más importantes de mi carrera política siempre me he planteado la importancia de lograr una participación activa de las mujeres es este espacio, y si bien hemos logrado cosas importantes reflexiono que el cupo femenino no nos sirve de nada si no tenemos el poder y la independencia de pensar, trabajar y actuar libremente dentro de la política, porque todavía seguimos sin ocupar posiciones de poder, de verdadero poder.

Es cierto que llega este día y se multiplican los actos, las reivindicaciones, los saludos y los reconocimientos, claro que todo es esto bueno, porque es la clara muestra de que venimos avanzando como sociedad, pero sin embargo, esta sociedad que reconoce algunos derechos es la misma que aun limita a las mujeres a alcanzar la plena igualdad frente a los hombres.

Nuestra forma de hacer política y nuestras prioridades en ella son distintas a las de los hombres. Nos preocupan todos los temas y tenemos la capacidad de abordarlos, debatirlos y resolverlos. No nos quieran correr por el lado de nuestra sensibilidad, ese argumento ya es obsoleto Se deben cambiar las desigualdades no sólo para nosotros, sino para las generaciones futuras.

No queremos ser más, queremos ser iguales, queremos alcanzar la participación plena, igualitaria, democrática y libre en todos los ámbitos. A todas las mujeres jujeñas, las saludo con un fuerte abrazo, agradezco y valoro el aporte de cada una en esta lucha, y las convoco a seguir trabajando por este camino en busca de un futuro mejor, donde ya no seamos solo un cupo sino verdaderas protagonistas de la política.