Por DANIEL SALAS
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Por DANIEL SALAS
La próxima semana, los capataces de la Secretaría de Obras Públicas del municipio tilcareño, Adolfo Carrillo y Mario Girón, acompañados de dos trabajadores de esa área, subirán nuevamente hasta el abra de Punta Corral para finalizar una serie de trabajos previstos en la última etapa del acondicionamiento del camino hacia el santuario de la Virgen de Copacabana.
Ambos, anteriormente, estuvieron allá a mediados de este mes, cuando el municipio envió más de 50 empleados, quienes se ocuparon de acondicionar todo el trayecto para el ascenso de la patrona el pasado sábado, y de donde regresará el Miércoles Santo por la tarde.
En esta oportunidad, se ocuparán de la remarcación de los números, del 1 al 174 aproximadamente a orillas del camino, por los cuales las bandas de sikuris se guían para los relevos durante la bajada hacia Tilcara.
"Los trabajos fueron pesados, porque hace dos años que no se limpiaba el camino, diferentes sectores nos obligaron un mayor trabajo que en otros", contó Adolfo Carrillo. Y especificó que las zonas donde más debieron esforzarse fueron desde La Ciénaga hacia Chilcaguada, y desde Chilcaguada hacia el calvario de Los Periqueños, y desde este último hacia el calvario de Las Peñas.
Desde los 25 años de edad que Carrillo se ocupa de esta actividad, por lo que agregó que subir a arreglar el camino "es una hermosa experiencia, a pesar del trabajo disfruto buenos momentos, me doy el placer de trabajar de acuerdo al contexto. Además, los compañeros son buenos, todos nos colaboramos y de esa manera el trabajo se nos hace ´más liviano´ a pesar de su exigencia. Pero logramos que así sea porque compartimos nuestra amistad y lo hacemos con alegría; además nos preparamos la ulpada, que lleva harina con agua, azúcar y un poquito de alcohol, y con ella nos levantamos el ánimo para seguir trabajando", contó.
Cuando finalizan con la tarea, "nos hacemos un asado, compartimos y nos reímos, luego descansamos un buen rato para emprender el regreso cargando todas las cosas".
Por su parte, Mario Girón contó que en todos los años que subió, "gracias a la Mamita del cerro nunca nos sucedió nada malo. Lo que sí, los compañeros se cansan, a veces les agarra la puna, pero eso es común arriba".
A pesar de la soledad y la aridez de la geografía, aseguró Girón que no hay tiempo para aburrirse o sentirse mal, "como dice mi compañero, es un placer trabajar. Es trabajo y poca charla, una vez que terminamos el día hablamos, pero también poco porque lo que más queremos es descansar".
A lo largo del camino hacia el abra de Punta Corral, lograron detectar diversas zonas donde hay conectividad mediante el teléfono celular, lo cual les posibilitó estar comunicados con el secretario de Obras Públicas del municipio, Javier Quispe, y principalmente con su familia.
Los sectores de donde se puede hablar por teléfono son: desde Chilcaguada unos 15 minutos de camino hasta la faldeada, en el calvario de Uquía frente a La Ciénaga donde vive la familia Gallardo, en el calvario de Sanidad, y en el abra detrás de la capilla yendo hacia el oeste. "Se puede llamar tranquilamente, inclusive hasta videollamadas te da la posibilidad".
Por la sacrificada tarea que cumplieron en la reparación del camino, el intendente Ricardo Romero dispuso hacerles una devolución de las horas trabajadas, gesto que fue destacado por los empleados.