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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Las ermitas brillaron el viernes en Tilcara

Estas obras de arte le pusieron color y luz a cada estación del camino que transitó Jesucristo a la cruz.

Viernes, 15 de abril de 2022 22:55

DANIEL SALAS

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DANIEL SALAS

En la fresca noche de ayer, miles de pobladores y turistas participaron en Tilcara del Vía Crucis, recordando el camino de Jesús hasta el Monte Calvario, cargando la cruz en la que fue crucificado.

El Camino de la Cruz contiene los momentos más dolorosos de la Pasión de Cristo, pero además, y sólo en Tilcara, una particularidad extra que atrae a los turistas: las ermitas. Estas obras artísticas comunitarias y efímeras que son ubicadas en cada una de las estaciones, reflejando el sufrimiento del hijo de Dios.

Las bandas de sikuris fueron abriendo el camino y detrás de ellas imágenes santas, el Cristo Yacente y la Virgen Dolorosa. El párroco Miguel Squicciarini y don "Rolo" Vilte, al detenerse el recorrido en cada una de las 14 estaciones, recitaron las oraciones de meditación.

A diferencia de otros pueblos de la Quebrada, en la villa turística el Viernes Santo se transita en medio del bullicio generado por los miles de visitantes que colman las calles, y en la oración y en la reflexión sobre los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús.

Durante la jornada de ayer, la espera estaba puesta precisamente en el Vía Crucis nocturno realizado por las calles principales del casco céntrico, que hoy y mañana seguramente el 50% de él permanecerá cerrado a los vehículos por la gran cantidad de visitantes que llegaron entre el miércoles y jueves últimos.

La plaza Coronel Manuel Álvarez Prado, las calles Belgrano y Lavalle, el mercado central, el acceso a la localidad, la terminal de colectivos, la plazoleta Antonio Peloc, los museos, restaurantes, cafés, la feria artesanal en calle Marcelino Vargas, lógicamente la iglesia, y otros sectores del pintoresco pueblo se vieron llenos de personas.

En el atardecer la comunidad y los visitantes participaron de la Adoración de la Cruz en la iglesia, y más tarde esperaron el Vía Crucis, mientras familias, instituciones, maestros y trabajadores colocaban las ermitas en las esquinas. Por la masiva presencia, el Vía Crucis se desplazó muy lento.