Son horas muy complicadas para San Lorenzo. No solo en lo futbolístico, donde no encuentra el rumbo, sino también en lo dirigencial. Este sábado, tras el empate con Platense, la tensión subió a niveles máximos. El malestar en el Ciclón es total.
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Son horas muy complicadas para San Lorenzo. No solo en lo futbolístico, donde no encuentra el rumbo, sino también en lo dirigencial. Este sábado, tras el empate con Platense, la tensión subió a niveles máximos. El malestar en el Ciclón es total.
Una vez terminado el duelo con el Calamar, un grupo de hinchas de San Lorenzo intentó meterse en la zona de la nave del Nuevo Gasómetro, donde se encuentran los jugadores y los dirigentes. Ahí está el estacionamiento del plantel. Trataron de romper uno de los alambrados, pero la policía logró controlar la situación antes de que fuera tarde.
Esos mismos hinchas comenzaron a cantar en contra de los dirigentes, con foco en Marcelo Tinelli. Fue un momento de mucha tensión, que con el correr de los minutos se calmó. Lo que no se calma es la bronca de los hinchas ante un club que pasa por un momento muy duro.
San Lorenzo dejó pasar una gran chance de conseguir un poco de aire, de tranquilidad. El equipo dirigido por el técnico interino Fernando Berón ganaba 2-0 en el Nuevo Gasómetro, pero Platense se despertó y se llevó un buen 2-2.
El Ciclón se puso en ventaja en el primer tiempo con goles de Yeison Gordillo y Adam Bareiro, pero el Calamar reaccionó en la segunda mitad y se aprovechó de un rival que tiene la cabeza muy débil. Kevin Andrade y Brian Mansilla lo empataron.
Jugadores y dirigentes de San Lorenzo fueron insultados y silbados en la previa y durante el partido. También en el post. La bronca se hizo notar aún más cuando Platense logró la igualdad.