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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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La interna política entra en etapa de definiciones

Domingo, 17 de abril de 2022 01:04

La obscena tasa de inflación que se registró en marzo, la segunda más alta del mundo detrás de Rusia, no sorprendió a nadie pero expuso crudamente una realidad: el país se encamina nuevamente a una depreciación insoportable del poder adquisitivo y a un inevitable incremento de la pobreza. Se trata de un síntoma preocupante en medio de los enormes desequilibrios por los que atraviesa la Argentina, en donde las disputas en la cima del poder están potenciando al extremo el escenario de incertidumbre política y de volatilidad financiera.

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La obscena tasa de inflación que se registró en marzo, la segunda más alta del mundo detrás de Rusia, no sorprendió a nadie pero expuso crudamente una realidad: el país se encamina nuevamente a una depreciación insoportable del poder adquisitivo y a un inevitable incremento de la pobreza. Se trata de un síntoma preocupante en medio de los enormes desequilibrios por los que atraviesa la Argentina, en donde las disputas en la cima del poder están potenciando al extremo el escenario de incertidumbre política y de volatilidad financiera.

Por estas horas es imposible separar los malos resultados económicos que está teniendo el país de los embates cotidianos que se están viviendo en el Frente de Todos, aunque sería injusto asignarle toda la responsabilidad, ya que el país no genera empleo genuino hace más de una década.

La intensificación de los ataques del kirchnerismo al ministro Martín Guzmán en realidad están destinados directamente al presidente Alberto Fernández. ¿Qué buscan los seguidores de Cristina? Aumentar las retenciones y expandir aún más el gasto público, es decir, emitir más pesos y generar más inflación. En la Casa Rosada consideran que subir los derechos de exportación al campo provocaría un enfrentamiento muy duro con el sector agropecuario, lo que pondría en jaque incluso el tránsito de alimentos por las rutas. En relación al Banco Central, entre los compromisos asumidos por Guzmán con el FMI está el de no incrementar los niveles de emisión monetaria. Básicamente, lo que reclaman desde el Instituto Patria es una radicalización económica que Alberto Fernández no está dispuesto a cumplir.

El jefe de Estado dio esta semana dos señales muy llamativas para intentar recuperar la autoridad política. Tras reunirse con él, Guzmán salió a decir que gobernarán "con quienes se alineen con este proyecto económico". Curiosamente, lo hizo desde la pantalla de C5N, un canal que intensificó las críticas hacia el Gobierno a medida que crecía la interna entre Alberto y Cristina. Luego el canciller Santiago Cafiero, alter ego del mandatario, señaló que "el único imprescindible es el Presidente".

Una alta fuente de la Casa Rosada que pidió reserva de su identidad afirmó ayer a El Tribuno de Jujuy "que la semana próxima podría haber novedades en algunas segundas líneas de los ministerios", pero que "el Presidente no quiere mover el Gabinete en este momento hasta que no tenga definido cómo continuará la coalición de gobierno". "Decían que Cristina manejaba la Secretaría de Energía pero finalmente logramos convocar a las audiencias públicas para subir las tarifas. O se alinean, o se alinean", agregó el funcionario.

De todos modos, la realidad parece ir en sentido opuesto. El conflicto en el Incaa entre el titular Luis Puenzo y el kirchnerista Tristán Bauer terminó con Puenzo afuera.

El dato del 6,7 por ciento se combina con un crítico faltante de gasoil para la producción y con fuertes restricciones a las importaciones, lo que agrava la escasez de repuestos clave para la industria y el campo. El problema ya no son sólo los precios, sino también las condiciones básicas como para poner en marcha una recuperación sostenible que genere empleo de calidad.

Si bien es cierto que el dólar blue se encuentra en niveles controlables, el mercado cambiario recibe señales confusas ya que la divisa oficial continúa su incremento por goteo día tras día, manteniendo latentes las expectativas sobre una eventual devaluación más brusca en el corto plazo. Hoy por hoy, lo único que se sabe con claridad es que todas las recetas aplicadas para morigerar los precios fueron lisa y llanamente un fracaso.

¿Cuál es la explicación para que los controles de precios y las restricciones a las exportaciones no den resultado? Los economistas más prestigiosos del país asignan esta situación a la ausencia de un plan económico integral que aborde todas las variables en simultáneo. "No hacerlo es cómo querer tapar un agujero con la mano, no es sostenible en el tiempo", afirman con algo de ironía.

La inflación, que ya acumula más del 16 por ciento en el primer trimestre, sólo logrará bajar establemente cuando haya una recuperación de las expectativas a futuro. Eso, por ahora, parece una ilusión: según una reconocida consultora, el setenta por ciento de los argentinos considera que el año próximo habrá más inflación que este, potenciando aún más la inercia imparable que incrementa los precios hasta las nubes.

En este contexto, Guzmán, transformado últimamente en una especie de vocero presidencial, garantizó que la inflación de marzo será la más alta del año, aunque no dio un solo argumento para sostener esa teoría. "Martín no puede ser tan explícito porque afectaría el proceso de recuperación del país, pero el ajuste que hay que hacer para cumplir con el Fondo indefectiblemente enfriará la economía y los empresarios deberán moderar sus precios si quieren vender algo", señaló ayer a El Tribuno de Jujuy uno de los más estrechos colaboradores del ministro. La definición de la fuente, que pidió estricta reserva de su identidad, deja en claro que la apuesta del Gobierno no es reducir la inflación a través de políticas que incentiven una mayor oferta de productos sino básicamente secando el país de pesos.