Con una gran habilidad en sus manos y una sazón inconfundible, Delia Arrueta se prepara cada fin de semana para hacer las empanadas más ricas de todo el barrio Luján.
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Con una gran habilidad en sus manos y una sazón inconfundible, Delia Arrueta se prepara cada fin de semana para hacer las empanadas más ricas de todo el barrio Luján.
Así, las manos de esta señora están listas para cocinar imperdibles rellenos y hacer magia con los ingredientes que necesita utilizar para hacer, de su propuesta culinaria, una verdadera delicia.
La proporción de materia prima, tanto para la masa como para el relleno, es muy importante, además de la intuición y el guiño a condimentos especiales que, en justa medida, realzan los sabores signados por una labor artesanal sumamente valiosa.
De pollo, queso, árabe y, las más esperadas, de matambre; se trata sin dudas de un sabroso póker de ases que la excelente cocinera tiene entre manos y que elabora con mucho amor y buenas vibras, incluidas en cada uno de aquellos manjares.
"Este emprendimiento es familiar, participan mis dos hijos y mi esposo; todos me ayudan para sacar adelante las empanadas que son hechas desde hace años con paciencia y colaboración de mi familia", expuso Delia Arrueta acerca de sus preparaciones.
Y es que como característica muy propia, la dedicada cocinera cuenta con un delicado proceso en el que se destaca la elección de los ingredientes para que los rellenos tengan ese toque que hace que sean distintivos a al hora de disfrutarlos.
"Con las empanadas de pollo, cocino la carne de ave con muchas verduras para que vaya tomando el gustito desde el inicio, eso para mí es fundamental. Después, le incorporo poquitos condimentos y mucho recado porque las preparo como si no fuera para venderlas, sino como para mi familia", expresó Arrueta.
En tanto que para las empanadas árabes, el consejo que brindó fue que la carne tiene que ser comprada en el día.
"Cuando preparo las empanadas árabes, busco que la carne sea la mejor y fresca, porque si es picada guardada, puede ser peligroso para la salud por las bacterias que se pueden juntar", comentó. Asimismo, resaltó que de la variedad de queso se encarga exclusivamente su esposo desde hace mucho tiempo. "Él me ayuda y las de queso también son especiales, tienen un sabor muy suave ya que tampoco tiene condimentos en exceso", explicó Arrueta sobre este saber que la lleva a hacer empanadas de carne cortadas a cuchillo para degustarlas al máximo.
Y es que siempre los sabores brotan a través del corte con una suerte de envolver a los paladares más exigentes. "Me gusta la idea de poder sacar un producto generoso. Desde que comenzamos, lo vivo así y más que me ayuda mi familia. Les agradezco a los vecinos que apuestan por mis empanadas", dijo la orgullosa emprendedora incansable.
Así, convencida de que todo esfuerzo la llevó siempre a buen puerto, ella continúa con este trabajo que considera único y enriquecedor en lo que significa la unión familiar.
"Desde el miércoles vamos comprando y preparando los ingredientes que seleccionamos bien para tener todo armado en fin de semana. Las más pedidas son las de carne y matambre, aunque las demás también tienen lo suyo", dijo con cierta complicidad Arrueta, quien en otro momento exploró los recados con quinua y verduras. Y es que todos los días aprende a seguir adelante y más con esta tarea que realiza con constancia y entrega desde su casa en calle San Antonio al 770.