Siempre la llegada de un nuevo cuerpo técnico oxigena y genera expectativas nuevas, sobre todo en un club como Gimnasia que viene de varios torneos sin ni siquiera pelear por un ascenso a la máxima categoría.
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Siempre la llegada de un nuevo cuerpo técnico oxigena y genera expectativas nuevas, sobre todo en un club como Gimnasia que viene de varios torneos sin ni siquiera pelear por un ascenso a la máxima categoría.
Luego de un mal comienzo de torneo, con 9 partidos dirigidos por Cristian Molins, 3 interinamente por el "Gato" Ramasco, contando el oasis en Copa Argentina, el sábado debutó en el banco de suplentes el experimentado Darío Franco, quien estuvo casi dos años sin estar al frente de un plantel. "No tuvimos un buen primer tiempo, en el que recibimos muy rápido el primer gol y nos costó acomodarnos rápidamente. Tuvimos retrocesos lentos. Sabíamos que All Boys era muy vertical a la hora de recuperar la pelota. No hay excusas porque no lo supimos contrarrestar", hizo autocrítica el flamante DT.
Sin embargo, el exbicampeón de América con la selección nacional en 1991 y 1993 rescató el nivel de sus dirigidos en los 45 minutos finales en el estadio "Islas Malvinas". "Me enfoco en el segundo tiempo, que me gustó bastante. Tuvimos algunas situaciones claras que podríamos haber anotado. Esto recién empieza y hay mucho por hacer. Me gustó la predisposición que tuvieron los jugadores, de querer llevar a cabo lo que se entrenó y se planeó en la semana.
No conozco otro camino", aseguró. Dos futbolistas que no venían teniendo tantos minutos ingresaron ante All Boys y fueron partícipes principales de la mejora del equipo: "Abet (debutó en el "lobo" ) nos dio más juego y pases seguros en la salida. Reali nos dio desequilibrio por izquierda, con Leandro Gonzalez por adentro, en una posición que conoce. La sensación del segundo tiempo es buena", rescató el exDT de Instituto, equipo con el que disputó la promoción para ascender en el 2012.
Por momentos, el sábado en el estadio "Islas Malvinas" se vio la idea de salir jugando con balón dominado desde abajo, cuando el rival así lo permitía: " El objetivo es que les llegue la pelota clara a
los delanteros. Hay que seguirla trabajando para mejorarla. Cuando perdés parece que no sirve de nada eso. Pero no es así. Rescato muchas cosas positivas en el primer partido que dirigimos, porque creemos que pueden ser un punto de partida", se esperanzó el entrenador. "La definición la trabajamos de manera específica. Es un aspecto que hay que mejorar. Al plantel anímicamente lo encontré muy golpeado por no poder conseguir resultados positivos. El objetivo a corto plazo es encontrar un buen funcionamiento que nos permita ganar los partidos", concluyó el entrenador cordobés.