"La Cámara del Tabaco significa mucho para mí, porque es nuestra Institución madre y siempre estuvo defendiendo los intereses de sus asociados que no son otros que el 100% de los Productores Tabacaleros de la Provincia de Jujuy, en mi caso siempre me sentí acompañada por todos los directivos de la Comisión Directiva y sus empleados pero especialmente en la persona del Dr. Pedro Pascutini" destacó Rebeca Encina, productora tabacalera.
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"La Cámara del Tabaco significa mucho para mí, porque es nuestra Institución madre y siempre estuvo defendiendo los intereses de sus asociados que no son otros que el 100% de los Productores Tabacaleros de la Provincia de Jujuy, en mi caso siempre me sentí acompañada por todos los directivos de la Comisión Directiva y sus empleados pero especialmente en la persona del Dr. Pedro Pascutini" destacó Rebeca Encina, productora tabacalera.
Sostiene además que en su experiencia "como mujer de campo, productora desde hace muchos años y madre de familia tengo que decir que es una labor muy sacrificada, no hay frío ni calor, muchas horas fuera de la casa, pero a la vez es muy gratificante y enorgullece el cumplir los objetivos que te permiten ayudar a tu familia".
En esta labor asegura que los valores más significativos del trabajo de la tierra está vinculado netamente al valor de la vida, "primeramente la subsistencia y después, poder a través de nuestra producción dar trabajo y ayudar a todas las familias de nuestros obreros, los cuales también tuvieron oportunidad gracias a los ingresos que obtienen por su labor, hacer estudiar a sus hijos y nietos, en mi caso tuvimos experiencias que me conmovieron: Un hijo de un tractorista de nuestra finca recibido de médico, en otro caso de una hija y nieto recibidos de contadores. En el mío propio pude darle estudio a todos mis hijos. Estos son los valores más importantes que obtenemos en nuestro trabajo en la tierra".
Todo esto hace que las perspectivas del campo en el futuro sean buenas, "aunque muy sacrificadas de llevar a cabo, por cuanto los mercados cada vez se ponen más exigentes y nos obligan, en el buen sentido, a perfeccionarnos en nuestro trabajo y en tener un tabaco limpio y libre de pesticidas, aplicando las normas del Mercado Internacional para vender y competir. Realmente estoy segura que tenemos unos de los mejores tabaco del mundo, pero debemos cuidarlo muy bien en todo sentido.
Por último mi mensaje a las generaciones venideras, son que se capaciten, que estudien si tienen la oportunidad y que no abandonen la tierra para irse a las grandes ciudades, que por lo general, falta el trabajo, la inseguridad es cada vez más incesante, y las necesidades apremian y terminan sesgando las