Vive en un hotel, está a punto de recibirse de profesor de Historia y su principal fuente de sustento es la venta de sahumerios en la línea de colectivos 184, y esta semana su vida tomó un giro inesperado. Es que ganó dos millones de pesos en el programa de televisión "Los 8 escalones".
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Vive en un hotel, está a punto de recibirse de profesor de Historia y su principal fuente de sustento es la venta de sahumerios en la línea de colectivos 184, y esta semana su vida tomó un giro inesperado. Es que ganó dos millones de pesos en el programa de televisión "Los 8 escalones".
Presentado por Guido Kaczka simplemente como "Matías", el participante vive desde hace 25 años de la venta ambulante, principalmente, de sahumerios.
Antes de que se corone como ganador, fue consultado acerca de lo que haría con el dinero y su respuesta fue alquilar un departamento para poder dejar de vivir en un hotel y ayudar a su hija que estudia en la Universidad Nacional de Arte.
Guido Kaczcka quiso saber cómo hacía para captar la atención de los pasajeros, entonces él explicó que tiene un speech para “bancar el tráfico y lograr que levanten la cabeza del celular”.
A pedido del conductor lo compartió: “Gente país, tengan muy buenos días. Soy Matías, ¿cómo les va? Y a continuación este endémico pandémico tentempié laboral intitulado ‘rajando tamango buscando ese mango que me haga morfar’”. “¡El tango! Ahí todos prestan atención”, destacó el conductor en clara referencia a “Yira, yira” de Carlos Gardel.
Acto seguido, el participante dijo que retomó el trabajo en febrero, después de los dos años de pandemia, y que con eso le alcanza para vivir.
Después de la primera jornada, Matías, en la que se alzó con el premio de un millón de pesos, volvió a ganar anoche y en total acumuló un premio de dos millones de pesos.
Con el premio en su poder, Matías dijo "es suficiente, no soy demasiado ambicioso y con esto es más que necesario”, argumentó.
Todos en el piso se sorprendieron de su decisión e intentaron convencerlo, pero él no cedió. “La verdad, no me voy a quedar. Hasta acá llegué. No soy ambicioso”, explicó. Acto seguido bromeó: “No se abandona un éxito ni en televisión ni en la vida, pero ya está. Tengo la cabeza explotada”.