La naturaleza encantadora de Nueva Zelanda la emocionó tanto desde el primer momento que la vio hace seis años, que la eligió como paisaje permanente en su retina para seguir contemplándola. Pero este presente se originó a través de un hecho puntual que la llevó a tomar una decisión que cambiaría su vida. Es que Mariana Dávila, la jujeña que se encuentra en aquel país, comenzó a gestar su idea de ir hacia nuevos rumbos en el año 2009, cuando decidió mudarse a Córdoba junto a su familia.
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La naturaleza encantadora de Nueva Zelanda la emocionó tanto desde el primer momento que la vio hace seis años, que la eligió como paisaje permanente en su retina para seguir contemplándola. Pero este presente se originó a través de un hecho puntual que la llevó a tomar una decisión que cambiaría su vida. Es que Mariana Dávila, la jujeña que se encuentra en aquel país, comenzó a gestar su idea de ir hacia nuevos rumbos en el año 2009, cuando decidió mudarse a Córdoba junto a su familia.
Ya establecida en "La Docta" y debido a la crisis económica del momento, fue víctima de un suceso violento que la hizo reflexionar sobre su porvenir. "Nos asaltaron a mano armada y nos fuimos a vivir a un lugar más seguro pero el costo de vida era alto, mi marido sufrió un pico de estrés que nos llevó a replantearnos si queríamos seguir viviendo de esta manera y decidimos la posibilidad de mudarnos de país", comentó Mariana Dávila quien hoy es abogada, ilustradora digital y chef. A través de aplicar de forma online a sitios de internet que buscaban el perfil de trabajo para su esposo, se concretó la entrevista y quedó seleccionado.
"Como familia -ya teníamos dos hijos- decidimos que lo mejor era que él viniera solo para conocer cómo era la vida aquí, porque no teníamos demasiada información y ver si como familia nos podíamos asentar luego. Además, yo estaba terminando mi carrera abogacía y no quería dejarla", contó. Así, pasaron dos años que estuvieron separados hasta que se pudieron reunir para no dejarse más.
Con expectativas simples como seguridad para vivir tranquila, Dávila recorrió la distancia y asumió el desafío de viajar para que sus hijos logren tener un futuro mejor. En la actualidad, ella es asistente de producción en una fábrica donde trabaja y estudia en tiempo completo, pero todo esfuerzo tiene su premio, porque rendirá una certificación de Cambridge University en Animación 3D.
Superación personal y familiar es lo que hace que sus días sean felices. A tal punto que lo que más le agrada de Auckland -ciudad donde reside- es la pulcritud y sus paisajes. Y no es de sorprenderse, ya que Nueva Zelanda se encuentra en el top ten del ranking mundial junto a Finlandia y Dinamarca, como nación libre de corrupción.
"El respeto hacia los demás, la seguridad y la salud son algunas de las cosas que me gustan de aquí", aseguró la jujeña que ama entrenar, dibujar y visitar lugares asombrosos. Y es que Mariana Dávila se sorprendió en Hobbiton, un lugar turístico donde se filmó la saga de "El Señor de los Anillos"; Rivendell, "La ciudad de los Elfos", Mt. Ruapehu, un centro de esquí y Rotorua, lugar de aguas termales.
No obstante, el sentimiento por la tierra de origen siempre está latente y se muestra en el recuerdo de su mamá y hermanos. "Extraño juntarnos a comer, la comida; pero, sobre todo abrazarlos. Aquí la gente pone mucha distancia", aseguró la fanática de los platos regionales y el asado. Para finalizar, dejó una reflexión dedicada a las personas que tienen la idea de que es fácil cambiar de país y establecerse.
"Pienso que la inmigración no es para todos. Es muy difícil, otras costumbres, otro idioma. Estoy contenta aquí pero a veces me cuestiono que mis hijos se están criando lejos de sus abuelos o primos a más de 10.000 km de distancia, pero, por otro lado, el rol de los amigos es fundamental y en ellos nos apoyamos para seguir porque se convierten en familia".