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La historia y las claves de un matrimonio de sesenta años

"Todo el mundo puede, pero hay que querer hacerlo", aseguran. Tienen 4 hijos, 9 nietos y 10 bisnietos.
Miércoles, 18 de mayo de 2022 01:04

Él dejó la Marina para embarcarse en la mejor de las travesías, formar una familia con una inquieta joven que conocía desde la niñez pero que había dejado de frecuentar y que incursionó en distintas facetas artísticas. El 12 de mayo de 1962 Pedro Benito Quispe e Hilaria Navarro dieron el "Sí, quiero" en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús del barrio Mariano Moreno, que estaba en construcción.

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Él dejó la Marina para embarcarse en la mejor de las travesías, formar una familia con una inquieta joven que conocía desde la niñez pero que había dejado de frecuentar y que incursionó en distintas facetas artísticas. El 12 de mayo de 1962 Pedro Benito Quispe e Hilaria Navarro dieron el "Sí, quiero" en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús del barrio Mariano Moreno, que estaba en construcción.

Sesenta años de un amor que transitó por dificultades económicas, como cuando don Pedro se quedó sin su trabajo en el ferrocarril, o de salud como cuando doña Hilaria fue operada del hígado, pero de las cuales salieron airosos juntos. Para él, pese a todo, fue una "vida tranquila" y con una aseveración lapidaria considera que "todo el mundo puede, pero hay que querer hacerlo" en cuanto a conservar el matrimonio tantas décadas.

Hilaria brilla con cada recuerdo, que aflora con total precisión. "Él iba a la escuela San Francisco y yo a la Escolástico Zegada, era un chico de cabello cortito que tenía su tía en Cuyaya -amiga de mi tía-, subíamos juntos en dirección a casa", comentó a El Tribuno de Jujuy sobre el momento de la infancia en que se conocieron. Pero después Pedro viajó a Buenos Aires y estudió en la Marina.

Sin embargo, el "flechazo" estaba y decidió renunciar al mar para volver a Jujuy y casarse con "La Coplerita de Santa Catalina". Es que Hilaria se emociona hasta las lágrimas al recordar a su madre Genoveva Sivila de Navarro con quien llegó a la capital desde el pueblo puneño, cuando era chica.

SESENTA AÑOS DESPUÉS | PEDRO E HILARIA VIVEN EN MARIANO MORENO.

La pareja tuvo 4 hijos: Liliana, César, Irma y Mabel; quienes a su vez les dieron 9 nietos y 10 bisnietos. Se sienten premiados por Dios porque aunque el hogar fue humilde siempre hubo buena educación y se ven los frutos. Entre los nietos hay profesionales y también los que siguen la veta musical siendo mariachis.

Don Pedro fue ferroviario durante 42 años y doña Hilaria se dedicó a ayudar a su madre, a su esposo y también brindó su servicio en el Hogar San Antonio durante 10 años. Cuando el desempleo golpeó su casa, ella inició los trabajos artísticos, además de las coplas, fue extra en películas y en el 2009 ganó el papel principal en "Mamá Cora", una reversión de "Esperando la carroza" que tuvo presentaciones en muchas escuelas y llegó al Teatro Cervantes de Buenos Aires.

Don Pedro la acompañó en ese nuevo camino y lo compartía dado que en sus hijos quedó grabado que eran de cantar muchas coplas y muy bailarines.

A sus 88 y 87 años respectivamente, aunque tengan algunas "nanas" en los ojos y las rodillas, gustan de darse una vueltita por Purmamarca para ver a los amigos; cuidan las plantas y hasta superaron el Covid-19 que a don Pedro le agarró dos veces aunque estaban vacunados.

El brindis por las Bodas de Diamante fue en la casa que los cobija desde que era la última del barrio y con tuscales alrededor y que actualmente fue engullida por una de las vecindades más tradicionales de Jujuy. Por tandas llegaron los hermanos, hijos, nietos y amigos para compartir esta felicidad y se escuchó "La Vicuñita" que es el tema que más le gusta a doña Hilaria. Quedó el compromiso de un encuentro para compartir todos a la par.