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“Se ve un uso irracional y fóbico del barbijo que da cuenta del miedo”

Psicólogo clínico y capacitador en Psicología Organizacional. Fue profesor titular en Teoría y Técnica de Grupos de la Ucse y de Psicopatología de la niñez y adolescencia, entre otras funciones. Detalló las consecuencias producidas por el uso del barbijo en pospandemia: falsa sensación de seguridad, encubrimiento, incremento de la inseguridad personal, conductas fóbicas y trastornos del habla.
Miércoles, 18 de mayo de 2022 01:04

¿Cómo analiza el hecho que los jujeños sigan usando el barbijo al aire libre cuando ya no es obligatorio hacerlo?

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¿Cómo analiza el hecho que los jujeños sigan usando el barbijo al aire libre cuando ya no es obligatorio hacerlo?

Se ve un uso irracional y fóbico. Vemos que en los espacios cerrados la gente se saca el barbijo y en los espacios abiertos continúa con el tapabocas, lo que da cuenta de un estado de miedo y de la mala educación que se hizo con la campaña epidemiológica que estaba centrada en hacer asustar a las personas.

Yo estoy trabajando con muchos niños que siguen yendo a la escuela con máscaras, con guantes y que tienen muchos problemas para relacionarse con sus compañeros aun cuando la escuela ya es presencial. Es terrible. Lo que vemos es que vamos a pagar mucho tiempo las consecuencias y los daños psicológicos que provocó el uso del barbijo en el desmanejo de la epidemiología en la pandemia.

¿Cuáles son las principales consecuencias?

Falsa sensación de seguridad y defensa, encubrimiento y pérdida de la autoestima, también incremento de la inseguridad personal, conductas fóbicas y desconfianza paranoide del otro y por último, trastornos del habla y de la comunicación.

¿A qué se refiere con falsa sensación de seguridad?

El uso del barbijo crea esta falsa sensación de estar protegido y cuidado. Pero en realidad, es justamente el barbijo lo que más me expone con una serie de consecuencias. Entonces la gente tiene una falsa sensación de protección. Es como las personas que andan en moto y tienen el casco en el brazo. Lo mismo la gente sale con el barbijo en la barbilla. ¿Por qué tienen puesto eso así? Porque tienen una falsa sensación de seguridad.

Pero el barbijo en realidad sí nos protege del Covid y otras patologías.

Sí. Pero nos desprotege de otras cosas más complejas socialmente como lo es la irritabilidad y la frustración social. El enojo entre los vecinos, la agresividad en la calle. Se nota en las calles de San Salvador de Jujuy que la gente está cada vez más sensible y violenta. Es como vendarse cuando no se tiene ninguna herida, entonces, ¿por qué la gente se venda sin herida? Se venda porque la herida que tiene no la puede verbalizar y tiene que ver con la incertidumbre de la inflación y todo lo que sucede.

Y qué decir de los accidentes de tránsito que estamos viendo en la provincia. Todo esto es una explosión que nos está diciendo de alguna manera que nos sentimos enfermos. Luego de que pasó la pandemia es cuando deberíamos estar por lo menos de festejo o con mayor tranquilidad. Lo que digo es que el uso sostenido del barbijo en la calle confirma esos miedos y esa tranquilidad imaginaria que se transforma en un arma de doble filo.

¿Y a qué se refiere con el encubrimiento y pérdida de la autoestima?

Encubrimiento del rostro, encubrimiento de mostrarme y que el otro me reconozca y me empiezo a invisibilizar y en tanto que me vuelvo invisible empieza a caer mi confianza y la autoestima. La autoestima es la confianza en uno y esta situación me produce un estado de desconfianza personal. Desconfío de mí, del otro, todas esas cosas que se le enseñó a la gente. Cuidarse del vecino, distanciarse porque está enfermo y te contagia.

En ocasiones usamos el barbijo para evitar charlar con alguien que nos cruzamos en la calle.

Correcto. Se lo usa como mecanismo de defensa y de distancia con el otro, es tremendo ese ocultamiento en el caso de los adultos, pero en los niños es el miedo pleno. Ellos quedaron asustados y es por eso que en pleno mayo en las escuelas siguen yendo con guantes y barbijo. Eso afecta en la forma en la que juegan porque tienen miedo de hacerlo. Es terrible, el efecto en los niños que multiplican todos los miedos de los adultos.

También se refirió al incremento de la inseguridad personal. ¿Cómo afecta eso el uso del barbijo?

Está relacionado con lo anterior. Me siento inseguro y hay hasta cuestiones de manejo espacial. Ya no me desenvuelvo con la misma tranquilidad de antes. Hay una sensación de que algo va a pasar y esto se llama ansiedad.

Esa sensación que en cualquier momento alguna tragedia va a ocurrir, produce una sensación de inseguridad general. Por eso cuando más insegura está la gente más accidentes se producen, más violencia hay. Son estas situaciones las que me exponen y confirman al barbijo como aquello con lo que me quiero proteger.

¿Y a qué se refiere con las conductas fóbicas y la desconfianza?

Las conductas fóbicas se refieren a todo tipo de conductas de miedo. El reaccionar excesivamente a un rose, la intolerancia permanente en una cola del supermercado que es donde se ve en su máxima expresión.

¿Una conducta fóbica puede ser cuando te miran mal al estornudar o toser en el colectivo?

Sí. Señalar y exponer en esa mirada. El que tose y estornuda pasa a ser un agente de transmisión de enfermedad. Es un horror. Además, se produjo el peor de los temas. Antes, la enfermedad del otro generaba solidaridad y compasión y a hora lo que produce es rechazo, señalamiento y enojo.

La epidemiología hasta el día de hoy no llamó a los psicólogos para preguntar qué campaña se puede hacer para prevenir los desastres que se hicieron en la psicología durante la pandemia.

La salud mental no está integrada en ninguna parte. Lo que pasa es que les resulta mejor la psiquiatría que vende farmacología.

Todo el mundo anda con Rivotril. Los negocios son de este tipo y no con psicoterapia ni campañas de prevención y educación. La salud mental siempre tiene que ver con la educación y con procesos de mediano y largo plazo. Por eso todo hoy apunta a situaciones de control de ansiedad medicamentosamente.

Hoy todo el mundo habla del ataque de pánico y todas las crisis de ansiedad y anda con un ansiolítico en la mano. Se venden más ansiolíticos que Bayaspirinas.

La última consecuencia que nombró es el trastorno del habla y la comunicación...

El uso del barbijo produce trastornos fonoaudiológicos. Hablo, pero como me tapo el otro ya no me escucha porque parece un susurro. Produce trastornos de comunicación, con el barbijo puesto la gente pronuncia mal y uno va intuyendo qué dice el otro y como ya no entiendo qué dice, me lo imagino. En general los norteños y mucho más los jujeños somos de hablar pausado y sin tanto histrionismo como la gente de Buenos Aires y si a esa timidez le sumamos el barbijo, produce un efecto de enmudecimiento.

¿Ha llegado a afectar en el habla de los niños?

Sí. Los fonoaudiólogos y los psicólogos hoy tenemos los consultorios abarrotados con estos trastornos. No hay que olvidar que hablar es emitir aire, es llenar los pulmones. Esto produce trastornos serios en el habla, en la comunicación.

¿Qué consecuencias podríamos padecer a largo plazo si mantenemos estas conductas?

Ya está pasando y es el incremento de la ansiedad social. Ya aparecen como epidemiológicas algunas enfermedades y trastornos como los ataques de pánico y las crisis de angustia como los efectos más manifiestos. Yo creo que el ataque de pánico a esta altura ya es epidemiológico. ¿Qué es el ataque de pánico? Es la actualización de terrores pasados, entonces ahora estamos viviendo y expresando los terrores que no podíamos expresar en la época del aislamiento. Hoy este es uno de los efectos más visibles y de no tomarse medidas y sumado a todo el contexto sociopolítico y económico se acentúa la desintegración de los vínculos y la irritabilidad social. Todas las consecuencias son ya manifiestas.

¿Qué sugiere para prevenir o empezar a revertir esta situación?

Hacer trabajos de recuperación de la paz, de la tranquilidad, de recuperación del contexto que representa lo social y principalmente trabajando con las escuelas y los ámbitos educativos como los primeros motores. Hay que conformar una mesa interdisciplinaria con la que se puedan elaborar distintos tipos de estrategias.