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Pese a su discapacidad se gana la vida vendiendo en la calle

Paula Galián, de 65 años, tiene una prótesis en su pierna derecha. Vende sándwiches y bombas de papa en avenida Forestal.
Jueves, 19 de mayo de 2022 01:02

A las 4 de la mañana inicia el día para Paula Galián, una vendedora del barrio Alto Comedero. No tiene tiempo si quiera de pensar si está lloviendo, si hace calor o qué sucede en el exterior. Se prepara, alista una variedad de sándwiches y sale con la vista puesta en poder vender todos sus productos. Con 65 años de edad y portando una prótesis en su pierna derecha, la vendedora dijo que no se ve para nada limitada por su discapacidad. Incluso, se siente más joven de lo que es y con las mismas ganas de seguir trabajando a diario.

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A las 4 de la mañana inicia el día para Paula Galián, una vendedora del barrio Alto Comedero. No tiene tiempo si quiera de pensar si está lloviendo, si hace calor o qué sucede en el exterior. Se prepara, alista una variedad de sándwiches y sale con la vista puesta en poder vender todos sus productos. Con 65 años de edad y portando una prótesis en su pierna derecha, la vendedora dijo que no se ve para nada limitada por su discapacidad. Incluso, se siente más joven de lo que es y con las mismas ganas de seguir trabajando a diario.

Tiempo atrás, aseguró que se encontraba en "un momento gris" de su vida. Luchando por recuperarse a causa de la artrosis que se le diagnosticó en sus piernas, por lo que debió recibir una prótesis. Esto sucedió el año pasado, en pleno contexto de pandemia, cuando los dolores estaban a la orden del día y empezaron a ser insoportables, tanto que ya no podía caminar con naturalidad, por lo que decidió ir al médico, acompañada de su hija. "Toda mi vida trabajé en casa de familia, cuando empecé a sentir dolores en la rodilla le dije a mi patrona que ya no trabajaría. Me operaron, me limaron los huesos y me pusieron una prótesis. Luego tuve que hacer fisioterapia para recuperarme", recordó.

A modo de defensa, Paula se abrazó fuerte a los valores y ganas de superarse para estar de lunes a viernes desde las 8 vendiendo comida en la calle, específicamente afuera de la Delegación Municipal del barrio Alto Comedero, sobre avenida Forestal. Gracias a sus fieles clientes que a diario adquieren sus exquisitos sándwiches, logró posicionarse como "la vendedora de la esquina", la que cada mañana es visitada por muchos vecinos que buscan probar sus exquisitos sándwiches y bombas de papa.

Recordó que el primer día que decidió trabajar como vendedora ambulante, lo hizo llevando sándwiches de milanesa y al otro día de lampreado, dejando a sus clientes fascinados por el sabor. Tal es así que ahora pasó de llevar una a tres conservadoras de comida. "Gracias a Dios hoy tengo bastantes clientes y están contentos con lo que preparo", dijo.

Además, señaló que sus clientes también le piden que trabaje los fines de semana.

Y es que, si hay algo que tiene muy presente Paula Galián, son las palabra de aquella mujer que la crió desde niña: "Querer es poder y si uno quiere, lo va a lograr".