Un médico infectólogo pediatra del Hospital Materno Infantil "Dr. Héctor Quintana" confirmó que son cerca de 700 pacientes que fueron atendidos en el último año a causa de ataques de perros, de los cuales el 95% de los casos eran mascotas de la familia y solo el 5% fueron ataques en las calles.
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Un médico infectólogo pediatra del Hospital Materno Infantil "Dr. Héctor Quintana" confirmó que son cerca de 700 pacientes que fueron atendidos en el último año a causa de ataques de perros, de los cuales el 95% de los casos eran mascotas de la familia y solo el 5% fueron ataques en las calles.
El terrible caso de un bebé de 8 meses que fue atacado por un perro de raza pitbull ocurrido en esta provincia días pasados tomó relevancia nacional y desató la discusión sobre qué hacer para prevenir estas situaciones, y la necesidad de realizar un abordaje integral a esta problemática desde el marco normativo vigente y el involucramiento de la comunidad en el cuidado responsable de los animales.
Para conocer el impacto de esta problemática en la salud de la niñez, El Tribuno de Jujuy dialogó con el médico infectólogo pediatra del Hospital Materno Infantil "Héctor Quintana", Martín Caruso, quien compartió datos que permiten visibilizar la gravedad de la situación.
El profesional indicó que en el último año fueron entre 650 y 700 pacientes atendidos en el nosocomio a causa del ataque de un perro, de los cuales el 95% de los incidentes habrían ocurrido en los hogares de las víctimas y el atacante fue un animal criado por la familia. En referencia a la cifra de internación que individualiza los casos más graves y con riesgos de vida, dijo que hubo entre 15 y 25 casos por año, todos ellos fueron por heridas causadas por perros de gran tamaño.
En lo que refiere a la razas involucradas en los ataques y según el relato de las familias, el profesional médico compartió que es "bastante variado", los atacantes son perros de "todo tipo de razas desde caniches y salchichas hasta los pitbull u otros de gran porte", y ante ello destacó que la cuestión es que de acuerdo al tamaño del animal es mayor o menor el riesgo para la víctima.
En cuanto a los lugares donde ocurren los ataques dijo que en su mayoría son dentro de los hogares. Esta situación hace que sea posible definir si es necesario aplicar además del tratamiento con antibióticos uno con una serie de vacunas para ayudar a que el cuerpo aprenda a identificar y combatir el virus de la rabia. En caso de ser en los domicilios, es posible saber si el animal cuenta con la vacuna antirrábica, y en caso de ser en la calle y ante la incertidumbre se realiza un tratamiento preventivo de rabia.
MARTÍN CARUSO
Entre la secuelas que dejan estos terribles ataques en la niñez, Caruso indicó que "las heridas, las cicatrices y el miedo a los animales, que no es un dato menor".
Sobre cuáles son las factores que influyen en este tipo de situaciones, el médico indicó que muchas veces las familias suelen adquirir perros como "un juguete para los niños", sin contemplar que son seres sintientes que pueden tener ataques de agresividad, por ejemplo cuando un niño le sopla en el rostro al animal o cuando desconocen a las personas.
Entre los tantos casos que reciben a diario en el nosocomio, recordó que días pasados un adolescente llegó para atenderse por heridas en el rostro que le causó su mascota, un perro de raza dogo argentino. En este caso el adolescente pudo maniobrar y evitar que el daño fuera mayor, pero existen otros casos de heridas profundas en el cuero cabelludo, en el rostro, en los brazos y otras partes del cuerpo que causan un gran perjuicio a la salud.
Ante esta situación el profesional indicó que resulta evidente la necesidad de que la comunidad tome conciencia sobre el cuidado responsable de las mascotas.
Días pasados, este matutino dialogó con diferentes especialistas sobre este tema, y un médico veterinario hizo foco en poder leer el comportamiento de los animales y en la necesidad de educarlos adecuadamente para su socialización. Así también un entrenador canino indicó que es vital que las familias pidan ayuda, se formen para poder criar animales equilibrados que no sean un riesgo. Esto demuestra que hay una sentida necesidad de mayor información sobre los cuidados y responsabilidades que conlleva tener una mascota de gran porte que puede causar daños a otras personas, y pone en evidencia la necesidad de un marco normativo integral que imponga sanciones y multas a los dueños de animales que no les brindan la atención y educación necesaria.
Normas en otras provincias
Varias provincias y localidades crearon registros o establecieron normas para regular la tenencia de mascotas potencialmente peligrosas, también llamadas "temperamentales", y evitar así ataques como los registrados en los últimos días de perros pitbull. Córdoba tiene un registro y aplica multas, en Mendoza rige una ley que establece las razas peligrosas, mientras que en San Luis los dueños deben inscribir a perros potencialmente peligrosos; Neuquén cuenta con un protocolo de actuación; Chubut tiene un "registro municipal obligatorio" en Trelew se exige un chip; en Río Negro, una ley impone obligaciones a los dueños de perros potencialmente peligrosos. En Santa Rosa (La Pampa) hay una ordenanza que establece las formas en que las mascotas deben circular por la vía pública y fija sanciones para sus dueños. Santiago del Estero cuenta con una ley que impone responsabilidades a los dueños, y Buenos Aires tiene un registro de perros peligrosos.
Y en Jujuy, el municipio capital aprobó en 2017 una ordenanza sobre la tenencia responsable de mascotas que prevé condiciones para los dueños de 14 razas de perros consideradas como de "manejo especial". En la actualidad varios proyectos de ley están en análisis en la Legislatura.