Completando una jornada más del fútbol anual de la Liga Jujeña, Talleres recibió este domingo en el estadio “Plinio Zabala” a su par de Fundación Zapatón, donde el puntero ganaba el encuentro por la mínima diferencia, pero el árbitro del partido Sergio López lo suspendió y lo dio por finalizado por los incidentes que protagonizaron los visitantes. En el primer tiempo fue todo normal, un juego atractivo don‑ de los dos combinados generaban, fundamentalmente el “expreso” que con dominio del balón tuvo oportunidades importantes en la generación de juego, pero fallaban en la definición, en más de una vez intervino el golero visitante, además Zapatón tuvo su oportunidad de lastimar, de esa manera y con un nivel parejo se fueron a los vestuarios. Ya en el complemento todo se complicó, si bien desde lo futbolístico
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Completando una jornada más del fútbol anual de la Liga Jujeña, Talleres recibió este domingo en el estadio “Plinio Zabala” a su par de Fundación Zapatón, donde el puntero ganaba el encuentro por la mínima diferencia, pero el árbitro del partido Sergio López lo suspendió y lo dio por finalizado por los incidentes que protagonizaron los visitantes. En el primer tiempo fue todo normal, un juego atractivo don‑ de los dos combinados generaban, fundamentalmente el “expreso” que con dominio del balón tuvo oportunidades importantes en la generación de juego, pero fallaban en la definición, en más de una vez intervino el golero visitante, además Zapatón tuvo su oportunidad de lastimar, de esa manera y con un nivel parejo se fueron a los vestuarios. Ya en el complemento todo se complicó, si bien desde lo futbolístico
Talleres comenzó mejor, fue a los 3º cuando hubo desborde por la derecha del “Pony” López, quien eludió al rival y lanzó un pase para que Sebastián Pisculiche marque el único tanto del encuentro. Desde ahí el local lo ganaba bien y pareciera ser que se vendrían más goles, por la confianza que generaban los dirigidos por Esteban Gil. Todo se corrompió a los 12º del juego, fue cuando uno de los jueces de líneas del partido informó al árbitro que el arquero visitante Franco Madregal había insultado a unos plateistas periqueños, luego el árbitro lo expulsó por la conducta.
Esa acción jamás fue aceptada por el arquero ni sus compañeros que generaron un verdadero tumulto. Desde el minuto 12 que el encuentro estaba suspendido, hubo enfrentamientos entre jugadores de Zapatón y parte del cuerpo técnico de Talleres, todo se había ido de control porque el golero Madregal no aceptaba la situación e insistía con insultar a los réferis.
Luego se metió el entrenador Beltrán que también inter‑ cambió palabras con el público y sus auxiliares, quienes insultaron hasta la prensa. Fue sin dudas una situación bochornosa, una vergüenza para la liga local, acciones absolutamente antideportivas y que solamente van en detrimento de la competencia, muy poco profesional y que el tribunal de disciplina deberá de dar una sanción coherente al elenco capitalino