Hace exactamente dos años, El Tribuno de Jujuy fue hasta su casa para hablar de fútbol. Daniel Quevedo, con la humildad de siempre, nos abrió la puerta y la charla duró bastante más de lo pensado inicialmente.
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Hace exactamente dos años, El Tribuno de Jujuy fue hasta su casa para hablar de fútbol. Daniel Quevedo, con la humildad de siempre, nos abrió la puerta y la charla duró bastante más de lo pensado inicialmente.
Es que el "Doctor" había nacido en Formosa, pero era un jujeño por adopción, y cada vez que hablaba siempre se remontaba a sus inicios defendiendo los colores de Gimnasia. Amaba al club donde comenzó a escribir su rica historia futbolística.
Anoche conocimos la infausta noticia sobre su muerte a los 74 años y dolor se sintió en el pecho. Quienes tuvimos la suerte de compartir conversaciones con él -siempre extensas y ricas en conceptos- lo vamos a extrañar.
Llegó de Pozo de Tigre natal, un pueblito ubicado a 263 de la capital formoseña, a los 15 años. Con buen físico y capacidad goleadora, luego de disputar un torneo regional, los dirigentes del "lobo" pusieron los ojos en Quevedo. Su madre no dudó y aceptó la propuesta, sabiendo de la pasión que tenía por el fútbol. Es más, el "9" recordó que cuando apenas llegó a Jujuy, el equipo "albiceleste" jugaba con Cuyaya y, aunque el cuerpo técnico no quiso arriesgarlo, el "Doctor" pidió debutar igual y marcó cinco goles. Así comenzó el idilio con Gimnasia.
Se cansó de desparramar magia, talento y muchos festejos. Lanús vino a buscarlo y también respondió a puro festejo. Entonces, fue cuando Peñarol de Montevideo fijó los ojos en él y en la década del 70, junto a Fernando Morena, formó una dupla que dio que hablar tanto en el torneo "charrúa" como en la Copa Libertadores.
Málaga de España decidió comprar su pase, algo que respondió con creces. Tal es así que se convirtió en uno de su ídolos y en la sede del club, el expresidente del "lobo", Raúl Ulloa, comentó que vio una enorme foto del goleador, llamándole la atención.
También fue entrenador y dirigió, entre otros, a Ciudad de Nieva hasta llevarlo al viejo Argentino B, hoy Torneo Regional.
Lejos de la actividad, estuvo rodeado de sus afectos y ayer nos dejó. Y su ausencia ya se siente.