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Educación sexual con base científica y valores

Miércoles, 29 de junio de 2022 01:00

Hablar de valores y de base científica: el principal problema de la Argentina es un problema de moralidad. Lo venimos diciendo muchas veces que el principal componente de la crisis que desgarra a la Argentina es de naturaleza moral.

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Hablar de valores y de base científica: el principal problema de la Argentina es un problema de moralidad. Lo venimos diciendo muchas veces que el principal componente de la crisis que desgarra a la Argentina es de naturaleza moral.

El sociólogo del siglo Zygmunt Bauman llamó a este tiempo Modernidad Líquida, es una categoría que sirvió para definir el estado actual de nuestra sociedad. Bauman la define como una figura de cambio constante y transitoriedad.

La relatividad propia de este tiempo hace que la realidad ya no sea la realidad natural que siempre vimos, sino que ahora la realidad es percibida de acuerdo a la mirada del sujeto pensando. La realidad natural es subjetiva, que se objetiviza en la construcción social. Esto es solo posible en una sociedad que hizo del subjetivismo un paradigma rector. En un mundo relativo, subjetivo, utilitarista, los valores son una utopía.

Todos los hechos que vemos a diario, las noticias y todo lo que sucede a nuestro alrededor parecen confirmar ese diagnóstico a cada paso. Argentina tiene una profunda crisis de valores.

Cuando una sociedad presenta fisuras en su base moral, lo primero que se hace es dirigir la mirada hacia el campo de la educación. Se supone, con razón, que para formar buenos ciudadanos hace falta un desarrollo educativo pujante y de hondo contenido humano, orientado no sólo a la transmisión de conocimientos científicos sino también -y fundamentalmente- a la comunicación de los valores que dignifican y ennoblecen la existencia.

Pero lejos de desarrollar una enseñanza fundamentada en el conocimiento científico y en la impartición de los valores que han caracterizado la cultura de la civilización judeocristiana, que son valores universales, que son los derechos humanos, derechos inalienables, derechos constitucionales, la educación en lugar de enseñar con valores y ciencia, está permeada de fantasía y de un marco ideológico que derrumba cualquier postulado o normativa axiológica o deontológica.

El propósito del Programa Nacional de ESI es garantizar el derecho de recibir educación sexual integral en todos los establecimientos educativos del país.

Ahora, una cosa es garantizar el derecho a recibir Educación Sexual y otra muy diferente es promocionar, incentivar, orientar y propagar solo un aspecto de la perspectiva de esta ley, la que tiene que ver con la perspectiva de género y anulando la dimensión sexual, biológica, cromosómica y genética.

En este marco la Educación Sexual no es tan sexual y mucho menos integral, ni inclusiva porque muchas veces se excluye la perspectiva biológica. Así como no se puede enseñar matemática sin números, ni geografía sin mapas, ni castellano, lengua o literatura sin palabras, de la misma manera no se puede hacer Educación Sexual negando el sexo y reemplazándolo por la fantasía de género.

Cuando hablamos de educación enseguida pensamos en el aula, en la escuela, no en la familia.

Pero lo que hay que recordar es que todo proceso educativo comienza, en rigor, en la familia. Cuando la familia cumple debidamente su misión de hacer fructificar en la conciencia de los hijos la adhesión a valores morales, valores humanos profundos y ciertos, la primera batalla de la educación está ganada.

Todo lo que se haga para fortalecer a la familia, que es donde se templa el carácter y el respeto a los valores más nobles del espíritu humano, y es el fundamento de la reserva moral de una Nación, va a contribuir de manera decisiva a erradicar los factores que conspiran contra la armonía y el entendimiento social.

El debilitamiento de la familia es el origen de la mayoría de los males que destruyen a la sociedad de este tiempo: la delincuencia juvenil, la corrupción, la desorientación de los jóvenes, el avance de la drogadicción, la pérdida del sentido de la vida.

La familia es central en el proceso educativo de sus hijos. De eso, hay estudios de sobra para probarlo. Puede que haya gente que no le guste. Puede que haya gente que quiera sacar a las familias de las aulas. Puede que haya gente que sostenga que el Estado es el que educa y que podemos vivir sin la familia natural. La realidad es que los mejores resultados en la educación están más vinculados a la situación familiar que al dinero que gastamos para sostener un Sistema Educativo caro, obsoleto e ineficiente.

La familia es absolutamente central a la hora de conseguir una socialización positiva. De evitar situaciones como los embarazos adolescentes, de evitar las crisis de identidad sexual tan ofertadas hoy bajo el escudo de la ley que estamos abordando, la presencia de la familia es central para los casos de prevención de drogas.

La Fundación Luz de Vida trabaja fuertemente en "educar, prevenir y restaurar" a través de escuela para padres, talleres, consejería y contención familiar. íContáctenos! Alvear 731, primer piso, oficina N°2. Comuníquese al 388-4544620, o ingrese a nuestra página de Facebook: Fundación Luz de Vida. íEstamos para ayudarles!