EUGENIA SUELDO
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EUGENIA SUELDO
Cada vez más jujeños vuelcan su cariño en los jardines, desarrollando la actividad tanto por los beneficios terapéuticos que genera como el placer estético que brindan las plantas y flores. Las jornadas gélidas del invierno, de las que estamos teniendo claras muestras en estos días, constituyen una preocupación por los ejemplares que están al aire libre.
El Tribuno de Jujuy obtuvo distintas recomendaciones por parte del Club de Jardinería -entusiasta grupo que viene funcionando desde fines del 2018- para no sufrir tanto cada vez que se desploma la temperatura.
La coordinadora Natalia Zuccón destacó que "primero hay que entender que las plantas no sufren el frío como nosotros, no es que sienten frío, lo que les pasa es que entran en un receso invernal digamos, en el que disminuye su metabolismo. Esto es porque merman las horas de luz por día, las plantas detectan que está cambiando la estación porque las jornadas son más cortas, entonces empiezan a crecer más lentamente o directamente detienen su crecimiento y su floración, en la mayoría de los casos". Las excepciones suelen ser originarias de otros continentes.
Dicho esto, para Natalia uno de los tips es mantener la tierra húmeda, regada, para evitar las heladas. "No hay que exagerar, sobre todo con las suculentas y los cactus porque como está disminuido su metabolismo a estas plantas de por sí les cuesta regular su absorción de agua. Van a tener más tendencia a pudrirse en invierno que en verano".
La indicación "que en un principio puede parecer un poco loca, la aprendí con experimentadas jardineras de que hay que regar alrededor de las 11 de la mañana, para que al llegar la noche o el amanecer -que es cuando en general se va a producir la helada- la tierra ya esté con mucha humedad bien incorporada. Esto va a producir un ambiente distinto debajo de la tierra que arriba", dijo la referente del club. Entonces va a proteger las raíces y generar un microambiente que evitará la escarcha de los Valles jujeños. En los lugares donde nieva, esa capa aísla las raíces del frío exterior.
Las temidas heladas se producen después de varios días de mucho frío y de repente se despeja por lo que el calor de la tierra se pierde abruptamente y las microgotas del ambiente se congelan dañando las plantas. "En invierno tenemos que cuidar las plantas no tanto del frío sino de la helada", enfatizó Natalia.
Otra cuestión es que "las plantas de por sí tienen su savia líquida circulando y pueden llegar a congelarse, acá en los Valles no tanto sino en lugares con temperaturas bajo cero. Pero así y todo, me pasó que algunas suculentas en días muy fríos se quemaron, que es lo que uno generalmente dice cuando se congelan de adentro hacia afuera".
La salvedad son los cactus que "son muy resistentes a la helada porque sus espinas los protegen. En ese sentido quienes no puedan guardarlos no se tienen que preocupar, mientras más peluditos sean mejor; no así las otras plantas carnosas, rosas verdes y ese tipo de ejemplares que no tienen protección", para las cuales es mejor el reparo.
En tanto que Fanny Lenta, otra integrante del club, aclaró que el agua de riego no tiene que estar muy fría y tratar que lo fertilizantes sean completamente nulos.
Usar las telas antiheladas
Luciana Benencia, otra de las integrantes, sugirió que las plantas que son de interior, suculentas o cactus se pueden proteger con las telas antiheladas, cuando están a la intemperie. “Está especialmente fabricada para proteger las plantas o los cultivos de las bajas temperaturas”, indicó y agregó que “se les puede poner arcos o palos para levantar y que tengan un poco más de aireación”. Consideró que “lo más recomendable sería colocar papel de diario o de bolsa de harina, luego la tela antihelada y arriba un plástico cuando llueve. Esta tela ayuda a conservar la temperatura, hace como un aislante, no deja que las heladas lleguen directamente a la planta”. Y si son grandes, armarles una especie de funda para atarla en ambos extremos.