El juicio que se le sigue a Matías Nicolás Figueroa, acusado de asesinar y ocultar el cuerpo de su expareja Gabriela Abigail Cruz, está entrando a su etapa final y en la audiencia celebrada la semana pasada, declararon la madre y la tía de la víctima, quienes revelaron datos estremecedores sobre el comportamiento del imputado.
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El juicio que se le sigue a Matías Nicolás Figueroa, acusado de asesinar y ocultar el cuerpo de su expareja Gabriela Abigail Cruz, está entrando a su etapa final y en la audiencia celebrada la semana pasada, declararon la madre y la tía de la víctima, quienes revelaron datos estremecedores sobre el comportamiento del imputado.
Gabriela Cruz fue vista por última vez la noche del 24 de septiembre del 2020, cuando salió a comprar para cenar junto a sus hijos, en el barrio Santa Bárbara B de la ciudad de Palpalá.
Horas antes había sido citada por Figueroa en inmediaciones de una plaza, porque el inculpado quería entregarle dinero para sus hijos.
Cruz había decidido terminar la relación con Figueroa en marzo de ese año, antes del inicio de la pandemia, justamente por los hechos de violencia que era víctima, pero el hombre nunca asumió la separación.
Gabriela Subia, madre de la joven asesinada, declaró en la segunda audiencia del debate oral y dijo que cuando su nieto era bebé y su hija vivía en casa de Figueroa, este le había prohibido visitarla y cuando ella fue a visitar a su nieta, el hombre se le abalanzó con intenciones de agredirla físicamente y se interpusieron la madre y hermana de Figueroa para evitar las agresiones.
Figueroa manejaba las redes sociales de su hija Gabriela Cruz, examinaba todo el tiempo los contactos que la joven tenía y por esa razón, la joven también se alejó de sus amigas.
Figueroa y Cruz estuvieron juntos casi cinco años y en todo ese lapso, la madre de la víctima nunca pudo hablar a solas con su hija, siempre el imputado estuvo presente y con un gesto o una mueca, hacía callar o cambiar de conversación a Gabriela Cruz.
A Matías Figueroa no se le conoció un trabajo estable, vivía en casa de sus padres y hasta usaba los vehículos de sus hermanas y sus padres. Era muy protegido por su entorno familiar y se pusieron siempre del lado de él, incluso en las situaciones de violencia de género que protagonizó.
Ahora, a estas instancias judiciales Figueroa las afronta solo, con un abogado que le concedió el Estado (defensor oficial) y con los elementos de pruebas que obran en el expediente, todo apunta a que será condenado a prisión perpetua.
"Relación tóxica"
La tía de Gabriela Cruz, Yolanda Subia, quien vivía en la misma casa, le dijo al Tribunal que la relación que tenían su sobrina y Figueroa era tóxica. La mujer manifestó que le encontraba muy seguido moretones en distintas partes del cuerpo, pero la joven evadía las preguntas y terminaba diciendo que se había caído o golpeado mientras limpiaba.
Describió a Figueroa como una persona extremadamente celosa y posesiva. Además, dio a entender que su sobrina le tenía mucho miedo.
Las amigas de Gabriela Cruz que también fueron citadas a declarar revelaron que el hombre participó de las marchas en Palpalá, pidiendo por la aparición de la joven y días después le confesó a una efectivo que había matado a Cruz y había escondido el cuerpo.