¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
25 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Con el periodismo en la sangre

Martes, 07 de junio de 2022 01:01

El 7 de junio siempre es una buena oportunidad para reflexionar sobre la tarea del periodista en nuestra sociedad y la importancia de esta noble profesión en la Argentina del siglo XXI, pero dejo esa tarea a los demás colegas y prefiero hablar de cómo el periodismo se metió en mi sangre y en mi vida gracias a una hermosa herencia familiar. José Sánchez Pinto era mi abuelo paterno. Nunca lo conocí, pero con los años, en una de esas pocas charlas que tuve con mi padre, Juan Isidoro Pinto, pude conocer algo más de ese hombre de quien iba a heredar el amor al periodismo.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El 7 de junio siempre es una buena oportunidad para reflexionar sobre la tarea del periodista en nuestra sociedad y la importancia de esta noble profesión en la Argentina del siglo XXI, pero dejo esa tarea a los demás colegas y prefiero hablar de cómo el periodismo se metió en mi sangre y en mi vida gracias a una hermosa herencia familiar. José Sánchez Pinto era mi abuelo paterno. Nunca lo conocí, pero con los años, en una de esas pocas charlas que tuve con mi padre, Juan Isidoro Pinto, pude conocer algo más de ese hombre de quien iba a heredar el amor al periodismo.

Mi abuelo fue uno de los primeros habitantes del barrio Los Naranjos en San Salvador de Jujuy, mientras se desempeñaba como secretario de Prensa en la Casa de Gobierno durante el gobierno de Iturbe. Fue periodista en el diario Pregón y corresponsal de El Tribuno de Salta y La Gaceta de Tucumán. Tuvo una vida profesional muy prolífera y se desempeñaba como cronista deportivo.

Recuerda mi viejo las tardes de domingo que tuvo que acompañar a mi abuelo al estadio "La Tablada" para cubrir los partidos de la Liga Jujeña de fútbol, para luego salir corriendo a sentarse en la Olivetti a escribir la nota y revelar las fotos para que pudiera salir en el diario del lunes.

Qué linda adrenalina que genera esta profesión, la misma que me invade hasta el día de hoy. Esa que heredé de mi abuelo y que fui fortaleciendo con el paso de los años. Luego de 19 años ejerciendo el periodismo, me doy la licencia para mirar hacia atrás y realizar un balance de todo lo lindo que me dio esta profesión.

Ahora entiendo todo. Antes de nacer, ya era periodista. Mi abuelo encendió la llama a mediados del siglo XX. Su herencia se mantuvo vigente más de 40 años hasta que dio su primer chispazo en 1989 con la entrevista que le hicimos al periodista e historiador sampedreño Pablo Balduin, cuando estaba cursando séptimo grado en la escuela "Domingo Teófilo Pérez" de San Pedro. Después vino el secundario y algunos tropiezos. La carrera de Comunicación Social en la Unju y el profesorado de Lengua y Literatura terminaron de perfilar y moldear aquella herencia de periodista que llevaba impresa en mi ADN.

Al igual que mi abuelo, también estuve en la función pública. Me desempeñé como director de Prensa de la Municipalidad de San Pedro. Previo a eso ya había trabajado en radio haciendo móviles de exteriores y conducción. Pero mi pasión siempre fue la gráfica, el diario de papel sigue siendo mi debilidad.

Todo este camino, con cosas buenas y otras no tanto, me fue llevando hacia donde debía llegar. El lugar donde hace casi 5 años hago periodismo, comprometido y social, como me gusta a hacerlo. El lugar donde mi abuelo nació como periodista, el diario El Tribuno de Jujuy.

Las vueltas de la vida me llevaron aquí. A dos cuadras de la Casa de Gobierno, donde mi abuelo trabajó. A tres cuadras de calle San Martín 10 en barrio Los Naranjos, donde mi padre Chacho, mi tío Quique y mi tía Charo transcurrieron su infancia.

Aquí donde hoy 7 de junio, Juan José Pinto quiere agradecer a sus padres, su hija y su familia el haber permitido que la herencia de José Sánchez Pinto siga vigente a través del tiempo.

 

Temas de la nota