El periodismo, noble profesión que nos hace conocedores de todo un poco, política, economía, sociales, historia, geografía y todo aquello que se pueda y deba comunicar.
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El periodismo, noble profesión que nos hace conocedores de todo un poco, política, economía, sociales, historia, geografía y todo aquello que se pueda y deba comunicar.
Y entre las bondades que ofrece nos regala también el hermoso desafío de narrar historias que aunque sea solo por un momento nos saquen de lo cruel de realidad.
Esas historias que ofrecen aire y color en medio de las viciadas y duras noticias que nos bombardean, por televisión, radio, diarios, redes sociales, en la verdulería y hasta en la parada del colectivo.
Es que siempre hay oportunidad para comentar lo caro que están los alimentos, el precio de la nafta, lo estancados que están los sueldos, la pobreza, la inflación, la corrupción y un sinfín de quejas que al ser tan reales en cuestión de minutos nos mal predisponen, entristecen y enojan.
Por eso celebro la posibilidad que permite esta profesión de poder ofrecer al lector también otro tipo de lectura como historias de vida y superación que en más de una oportunidad habrán logrado su cometido de instar a las personas a enfrentar con valentía sus adversidades, de ofrecer esperanzas en los peores momentos y a valorar lo que se tiene, a los que están y a los que ya no.
También permite inmiscuirnos en detalles y secretos de los cientos de oficios que perduran en la provincia, desde las técnicas más preciadas y valiosas de los artesanos hasta los trabajos solidarios que muchos llevan delante de forma desinteresada y a pulmón.
Pero por sobre todo celebro la posibilidad de que con palabras podamos, como por obra de magia, llevar al lector a viajar por ciudades lejanas contando historias de jujeños en el extranjero que en total anonimato libran inmensas batallas ante un nuevo mundo en pos de una nueva vida. Algunos solos, otros de a dos y otros con toda la familia deciden emprender la búsqueda de nuevas y mejores oportunidades.
Entre tantos testimonios supimos que muchos dejaron la provincia y a sus familiares en ella con mucho dolor necesitados por mejorar su economía, también reímos con locas y divertidas historias de amor que a más de uno le debe haber devuelto la fe en él.
Y nunca faltan las historias de los jóvenes osados que dejando atrás los miedos y con mucha valentía sienten la necesidad de salir al mundo para desarrollar al máximo sus capacidades en busca de nuevos caminos desafiando los idiomas y las diferencias culturales que hacen extrañar aún más a Jujuy.
Experiencias que logran su cometido y otras tantas que no, intentos acertados, algunos complicados y otros desafortunadamente truncados sin final feliz. Todas historias que, hayan tenido o no el mejor desenlace, muestran una pequeña parte de nuestra realidad. Experiencias que desde su relato pueden generar curiosidad por nuevos caminos y ánimos para emprender aventuras o simplemente haber permitido viajar imaginariamente aunque sea por un momento.