Celebrar el Día del Periodista es en sí un privilegio, porque hacer periodismo sigue siendo un desafío. No es sólo por la sobreabundancia de la oferta informativa y la premura por la inmediatez, sino porque más allá de lo que fue Trump, la burocracia para acceso a fuentes de información y los condicionamientos a veces impactan en la calidad de lo que se puede ofrecer, pero se compensan agudizando estrategias para lograrlo, con responsabilidad.
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Celebrar el Día del Periodista es en sí un privilegio, porque hacer periodismo sigue siendo un desafío. No es sólo por la sobreabundancia de la oferta informativa y la premura por la inmediatez, sino porque más allá de lo que fue Trump, la burocracia para acceso a fuentes de información y los condicionamientos a veces impactan en la calidad de lo que se puede ofrecer, pero se compensan agudizando estrategias para lograrlo, con responsabilidad.
El trabajo diario, lejos de lo que muchos lectores y "haters" suponen y endilgan, no es ni cómodo, ni lucrativo como el de grandes personajes de televisión. La labor diaria es más bien un esfuerzo constante, de horas de teclado y chequeos de datos a contratiempo, para lograr una información completa, en un corto plazo para la edición del día siguiente.
La realidad que incomoda, las inquietudes de la gente, la de los vulnerables y la que canalizan a diario, no siempre se pueden responder por completo ya que los condicionamientos no son pocos, pero se busca a diario esquivar las vallas, lograr estrategias y atender la demanda.
Por ello las historias de los jóvenes, de los ingeniosos, los destacados y de los crudos relatos de quienes sobrellevan enfermedades con total resiliencia son algunos de los recursos para contar lo que se vive en las crisis que a todos nos atraviesan.
Nuevos formatos
Otro de los recursos son los nuevos formatos, datos estadísticos e infografías para contar sintéticamente la información dura, ya que en muchos casos los datos son difíciles de contrastar ante el silencio y la burocracia para lograr la transparencia deseada. Hay nuevas narrativas; la imagen y los videos son parte de la demanda del consumidor a los que se debe responder, y en ello hay que formarse constantemente sin descuidar la labor, esquivando las internas dentro de medios y la competencia de todos contra todos; que nada aportan.
Lejos estamos de los ideales, pero sí muy cerca de la realidad que la gente propone, en la instantánea y retroalimentación. Eso quedó muy bien demostrado en lo más duro de la pandemia que aún no termina, pero que mostró la necesidad de información fehaciente y seria.
Una mirada seria
Es que el periodista no puede dejar de ser subjetivo porque la realidad y la crisis lo atraviesan, sin que pueda desandar sus experiencias, pero siempre busca tomar distancia para lograr una mirada seria, empática y con la mayor objetividad posible.
Esa y no otra es la intención de quien escribe, buscando readaptarse al contexto, producir información contrastada, veraz, con diversidad de fuentes y diferenciada, con una apuesta en lo social, lo productivo, sanitario e historias de vida, siempre con responsabilidad.