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Unidad: la más nombrada, la menos buscada

Lunes, 11 de julio de 2022 01:01

Mientras todos seguimos con gran temor parados al borde del abismo, a pesar del cambio de Ministro de Economía y otros funcionarios, y de los esfuerzos oficiales de hacer creíbles el "programa de gobierno" y el "gran crecimiento nacional", la clase política se esmeró mostrar mensajes de unidad. Sólo mensajes. El jueves Máximo Kirchner, soltó una crítica a manera de mofa por la gestión del exministro de Economía: "Se abrazaron a Guzmán y los dejó tirados", exclamó no sin razón, "No basta que nos una el espanto, nos tiene que unir los sueños". El viernes, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, pronunció otra de sus clases magistrales de política, revalorando sus gestiones presidenciales, y encuadró al ministro ido como golpista, irresponsable y desestabilizador. Luego tranquilizó a la Casa Rosada, cuando desde un superlativo doble rol de juez y verdugo perdonavidas, concedió: "No voy a revolear ningún ministro".

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Mientras todos seguimos con gran temor parados al borde del abismo, a pesar del cambio de Ministro de Economía y otros funcionarios, y de los esfuerzos oficiales de hacer creíbles el "programa de gobierno" y el "gran crecimiento nacional", la clase política se esmeró mostrar mensajes de unidad. Sólo mensajes. El jueves Máximo Kirchner, soltó una crítica a manera de mofa por la gestión del exministro de Economía: "Se abrazaron a Guzmán y los dejó tirados", exclamó no sin razón, "No basta que nos una el espanto, nos tiene que unir los sueños". El viernes, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, pronunció otra de sus clases magistrales de política, revalorando sus gestiones presidenciales, y encuadró al ministro ido como golpista, irresponsable y desestabilizador. Luego tranquilizó a la Casa Rosada, cuando desde un superlativo doble rol de juez y verdugo perdonavidas, concedió: "No voy a revolear ningún ministro".

La doctora remarcó su distancia del Presidente, mirando al Gobierno desde afuera, y deslizó un consejo obvio: "digo que hay que ponerse de acuerdo, porque así el año que viene gane Mandrake el mago" no va a haber solución para este problema estructural de la economía argentina". Detrás de las palabras, supuestamente conciliatorias, madre e hijo, fustigaron a la oposición, denostaron a la prensa, ensanchando un poco más la salvaje grieta que parte al país. Todo eso detrás del sonoro silencio de un Alberto Fernández sin agenda que hizo crecer rumores de despedida y aumentó su debilidad. Así llegó el 9 de Julio, como el 20 de Junio, la política que había usado la figura inmarcesible de Manuel Belgrano, repitió la "hazaña" en el Día de la Independencia.

En Tucumán, el Presidente, habló de unidad, pero desairó a la Iglesia, ausente en el tradicional tedeum. El arzobispo tucumano, monseñor Carlos Sánchez, advirtió que la "Patria está herida" y "hay hambre de diálogo y de encuentro". "Hoy nuestra Patria es un pueblo hambriento, desconcertado, preocupado, herido; en muchas familias falta el pan cotidiano y el trabajo digno; y ha crecido la pobreza". AAF llegó después a la histórica Casa de la Independencia, rodeado de funcionarios y protegido por fortísimos cordones policiales. Pero en su mensaje, sólo miró desde un costado: clamó por la unidad, y agregó: "Venimos soportando sobre todo en la última semana, una embestida de los grupos concentrados que quieren quedarse con toda la renta, que quieren provocar una devaluación y maximizar sus ganancias con la codicia de siempre". Sólo le faltó colocar en los casilleros los nombres y apellidos, como generalmente si lo hace la Vicepresidenta. Tras ello el jefe de Estado volvió a alertar sobre aquellos que buscan, en momentos adversos, separar a los argentinos, "con rumores o falsas noticias que hacen circular en redes sociales o medios de comunicación". Luego, AAF concedió una entrevista exclusiva, obviamente al canal amigo C5N, y reiteró sus conceptos. Un manual de la construcción de grietas, con cero autocrítica.

La oposición, usó el Día Patrio para hacer notar su interna. Ninguno de sus dirigentes quiso estar en el acto oficial de Tucumán, pero algunos sí marcaron su presencia en la vigilia desde el 8 hasta la medianoche. Gerardo Morales y Horacio Rodríguez Larreta, moderados y dialoguistas, mostrando su propia interna lejos de Macri y Bullrich, los halcones, y se intercalaron con el gobernador interino Osvaldo Jaldo y con el gobernador de licencia y jefe de gabinete Juan Manzur, al que aplaudieron cuando dijo "debemos unirnos para sacar la Argentina adelante". Pero la salida del sol los encontró lejos del Jardín de la República. Otra vez la unidad declamada. Y sólo eso. En Jujuy, tedeum, acto central y breve desfile en Plaza Belgrano, sólo para funcionarios oficiales y muy poco fervor popular. En Palpalá, el acto patrio convocado por el Municipio, contó con presencias Justicialistas y un marco de concurrencia más vibrante y emotivo. Y sobrevolando, otra vez, discursos por la unidad. Sólo sobrevolando. En Jujuy, las calles céntricas vieron pasar una protesta similar de militantes del MTS, PTS, Polo Obrero y Barrios de Pie, que agregó reclamos en contra del GM por los allanamientos y contravenciones que el gobierno jujeño realiza en el marco de lo que los manifestantes rotulan como "criminalización de la protesta".

Hablando de unidad, sorprendieron unas declaraciones del titular de la AFI, Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, hoy referente albertista, si los hay, aparentemente irritado porque vio fotografías del acto de inauguración de una escuela jujeña, a la que concurrió protocolarmente invitado, el presidente del Partido Justicialista y diputado provincial Rubén Rivarola, acompañando al gobernador Gerardo Morales. "Estoy aquí porque la doctrina peronista sostiene que la educación es el pilar del ascenso social", comentó RR y recordó que el PJ apoyó la toma de financiación para obras escolares "porque la educación iguala oportunidades". Pero Rossi entendió otra cosa: "Hay que trabajar para que el peronismo sea una alternativa de gobierno en Jujuy y no un socio menor del radicalismo" habría dicho.

La memoria recuerda que si alguien empujó al peronismo de Jujuy al aislamiento, fue el propio gobierno kirchnerista. Ya en la gestión presidencial de CEFK, el absoluto apoyo político y económico a la Agrupación Barrial Tupac Amaru y a su líder Milagro Amalia Ángela Sala de Noro, fue licuando la autoridad y la capacidad de maniobra del gobierno peronista de Eduardo Fellner. Así también apoyó el Frente Unidad Ciudadana basado en el trabajo de la organización barrial. Cuando en el 2016 desde el frente oficialista Primero Jujuy se intentó copar el PJ jujeño para integrarlo a la alianza Cambia Jujuy, la durísima tarea de recuperación del partido emprendida por las actuales autoridades, sólo contó con el respaldo del entonces titular del PJ nacional José Luis Gioja y un puñado de dirigentes que tras una previa intervención lograron recuperar el distrito en elecciones.

Desde entonces, hasta la última visita a la señora Milagro Sala del mismísimo presidente Alberto Fernández, pasando por una larguísima lista de dirigentes y funcionarios hoy del cristicamporismo, actuaron de espaldas al Partido Justicialista distrito Jujuy, apoyando de todas maneras (económicamente, políticamente, mediáticamente y hasta con importantes expresiones públicas como videos y comunicados) a cuanta agrupación y dirigente que enfrentó al peronismo jujeño. En todos los casos, está a la vista, con resultados catastróficos. "Quizá esta preocupación del jefe de los espías, muestre una nueva voluntad hacia sus compañeros locales" ensayó el viernes un exlegislador en un mentidero del centro. "Podríamos concretar objetivo de pelear por la recuperación del gobierno con posibilidades ciertas" completó un viejo y querido dirigente peronista. "Cosas de la unidad, declamaba, y nunca practicada en serio".