Las observaciones y las pruebas son suficientes como para describir, cronológicamente, los avistajes de Ovnis que han tenido lugar en muchos de los viajes espaciales. Desde el año 1969, año en que el hombre llegara por primera vez a la luna, los astronautas han sido testigos directos de objetos, luces y aparatos que los han acompañado durante las misiones.
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Las observaciones y las pruebas son suficientes como para describir, cronológicamente, los avistajes de Ovnis que han tenido lugar en muchos de los viajes espaciales. Desde el año 1969, año en que el hombre llegara por primera vez a la luna, los astronautas han sido testigos directos de objetos, luces y aparatos que los han acompañado durante las misiones.
El viaje espacial a bordo de la nave Apolo XI en el mes de julio del año 1969, tuvo ribetes fantásticos. El hombre intentaba un descenso concreto en la superficie lunar. El despegue, alunizaje y las proezas, fueron realizadas por los astronautas Neil Armstrong, Mike Collins y Edwin B. Aldrin con la Apolo XI y el Módulo de Excursión Lunar (LEM).
Lo que pocos conocieron en aquel momento fue que ese viaje estuvo signado por sucesos notables. Así tenemos que un extraño objeto, de origen desconocido, acompañó a la Apolo XI desde que abandonó la órbita terrestre hasta encontrarse a unos 100.000 kilómetros de la Tierra.
El 18 de julio se recibió, durante unos instantes, a través de la frecuencia de radio de los astronautas, una música muy extraña. También de origen desconocido. El director del vuelo, con base en la ciudad de Houston (Estados Unidos), supone que son cintas grabadas que los hombres llevaron a bordo por su cuenta. Pero, en concreto, nada.
En el Módulo de excursión Lunar (LEM), los astronautas Armstrong y Aldrin se dirigen al sitio elegido para el primer alunizaje. Pero encuentran que no hay forma de descender allí, según versión oficial. Collins, solo y aislado (pues las comunicaciones radiales se interrumpen cuando la cápsula pasa por detrás de la Luna) observó y filmó los movimientos de singulares objetos. Mientras el LEM se dirigía hacia la Apolo XI, Armstrong y Aldrin dialogan con la base en Houston, describiendo la presencia de vehículos extraterrestres desplazándose sobre la superficie selenita. Los dos astronautas perdieron de vista a aquellos aparatos extraterrenos que se movían entre los cráteres lunares y comenzaron a ver dos objetos esféricos, muy luminosos que parecían sólidos. La observación es filmada en película a colores.
La filmación consta de dos ovnis moviéndose en órbita lunar a más de 400.000 kilómetros de la Tierra, estos objetos se acercan hasta fundirse en uno solo muy brillante. Luego vuelven a separarse y continúan en órbita lunar.
Mientras tiene lugar este diálogo, el LEM se encuentra a setenta millas sobre la superficie lunar y a casi 400.000 kilómetros de la Tierra. La Apolo XI está girando alrededor de nuestro satélite natural llevando a bordo a Collins.
Varios diarios de los Estados Unidos publicaron el diálogo sucedido entre los tripulantes del LEM de la misión Apolo XI (16 al 24 de julio de 1969) y su base en Houston, Texas.
El poderoso matutino "The Washington Post" fue uno de los primeros diarios en difundir la grabación.
Los testimonios de avistajes de luces u objetos no son privativos de la escena terrestre, hemos relatado una de las experiencias más importantes para el mundo, tal como lo fue la llegada del hombre a la Luna. Sin embargo, no ha sido posible dejar de lado la manifestación, una vez más, de acontecimientos extrañamente complejos que han sido observados por los primeros astronautas en pisar suelo lunar. Pero este caso no es único, por el contrario en mi obra "Ovnis. Documentos Secretos de los Astronautas" (la más reciente edición fue publicada por Grupo Argentinidad) se hallan explicitados cronológicamente los avistajes de Ovnis en misiones espaciales que abarcan desde el año 1969 hasta 1993.
¿Quiénes impiden la investigación de estos fenómenos? ¿Por qué se ocultan datos, informes y evidencias fehacientes de Ovnis? En el mes de septiembre del año 2000 tuve la preciada oportunidad de dialogar con el capitán y doctor Edgar Dean Mitchell, quien participó del viaje de la Apolo XIV. Fue el sexto humano en caminar por la superficie selenita y realizó experimentos parapsicológicos desde el espacio. Fundó el Instituto de Ciencias Noéticas, con sede en California, dedicado a la investigación de las capacidades psíquicas, parapsicológicas y espirituales humanas.
Respecto a los interrogantes planteados, Edgar Mitchell sostiene que si bien los gobiernos deberían estar al tanto de la información existente y pruebas materiales concretas acerca de los Ovnis, no sucede de esta manera. Pues existen organismos paralelos, dentro de los propios gobiernos, que se encargan de ocultar toda evidencia y trabajar secretamente. Textualmente E. Mitchell expresó en la entrevista conmigo: (...) "Parecería que hay un grupo secreto - una logia muy cerrada - escondido dentro mismo de la estructura gubernamental de los países y ellos son los que tienen el conocimiento y la evidencia" (...)
(*) Antonio Las Heras es doctor en Psicología Social y parapsicólogo, www.antoniolasheras.com.