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Todo es un pandemónium de contrastes

Lunes, 18 de julio de 2022 00:43

El diccionario define "pandemónium" como un lugar en el que hay mucho ruido y confusión. Ergo: vivimos en un pandemónium que se desliza desde hace tiempo por una espiral descendente a la que no le vemos, o preferimos no ver, el final. Y peor: porque a los crujidos y estridencias que alimentan la confusión, en nuestra realidad, hay que añadir un conjunto de contrastes entre las voluntades, los intereses y las ambiciones de unos y otros, que puede enloquecer al más pintado. La economía, sigue siendo la vedette. El dólar, que según la portavoz presidencial había "comenzado a bajar" cerró la semana pasada, y abrirá la de hoy, a $293 en Buenos Aires y $298 en Jujuy. Y del dólar dijo que es la "moneda ilegal de un mercado muy pequeño y de la que no habría que preocuparse" es el que marca la estampida de los precios y las cifras de la inflación. El riesgo país que presenta la calificadora internacional Standard & Poor's nos mantiene en más de 2.770 puntos, entre los países menos creíbles, ubicado entre los "stand alone" (aislados) del planeta financiero. Como contraste desde la Casa Rosada se sigue tratando de contradecir al mundo diciendo que nuestros pesares, son consecuencia de una "crisis de crecimiento" y de la guerra.

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El diccionario define "pandemónium" como un lugar en el que hay mucho ruido y confusión. Ergo: vivimos en un pandemónium que se desliza desde hace tiempo por una espiral descendente a la que no le vemos, o preferimos no ver, el final. Y peor: porque a los crujidos y estridencias que alimentan la confusión, en nuestra realidad, hay que añadir un conjunto de contrastes entre las voluntades, los intereses y las ambiciones de unos y otros, que puede enloquecer al más pintado. La economía, sigue siendo la vedette. El dólar, que según la portavoz presidencial había "comenzado a bajar" cerró la semana pasada, y abrirá la de hoy, a $293 en Buenos Aires y $298 en Jujuy. Y del dólar dijo que es la "moneda ilegal de un mercado muy pequeño y de la que no habría que preocuparse" es el que marca la estampida de los precios y las cifras de la inflación. El riesgo país que presenta la calificadora internacional Standard & Poor's nos mantiene en más de 2.770 puntos, entre los países menos creíbles, ubicado entre los "stand alone" (aislados) del planeta financiero. Como contraste desde la Casa Rosada se sigue tratando de contradecir al mundo diciendo que nuestros pesares, son consecuencia de una "crisis de crecimiento" y de la guerra.

El pandemónium de contrastes no se agota allí. Un fuerte paro del campo, con cese de comercialización, copó las rutas del país por la falta de gasoil, por la amenaza de otra suba a las retenciones de sus ventas y por la insostenible presión fiscal de rango confiscatorio. En contraste multitudinarias movilizaciones piqueteras y de la izquierda exigen romper el acuerdo con el Fondo Monetario y presionan por la instrumentación del salario básico universal. Los contrastes aumentan: mientras Silvina Batakis, hablando en nombre del "programa del Presidente", ratificó que cumplirá en un todo con el acuerdo con el FMI, y el 26 irá con Alberto a EE.UU. para confirmarlo ante Georgieva, el alfil de CEFK Pablo Moyano, camionero y triunviro de la CGT, dijo que "Batakis quiere conformar al mercado, pero no tiene un mensaje para los millones de argentinos que la pasan mal". La desconcertada ministra que había dicho "nos sentimos cómodos con este tipo de cambio", confesó ante los empresarios que no la apoyan y le desconfían, que "la falta de dólares es desesperante".

Juan Grabois afirmó que hay que terminar con la buscada disciplina fiscal y reorganizar la distribución de los recursos. Y remató señalando que "el Presidente está en un termo con sus cinco amigos. La gente ya no quiere a Alberto". Y AAF en medio de los contrastes, cada día más aislado, ya sin gobernadores ni intendentes a su lado, con una declaración insólita que recordó la infeliz frase de "que si vienen les presentaremos batalla", y les dijo desafiante a sus "enemigos" externos, pero también a los conspiradores internos del FdT que "si quieren probar nuestra fuerza, la van a probar". Y después, ya en impostado tono melodramático, agregó: "Yo vengo a ofrecer mi corazón". Quizá, hoy, sea lo más valioso y lo único que pueda ofrecer. El contraste correspondiente, indica que sigue sobrevolando el fantasma de su renuncia, aquejado de soledad y angustia. Hasta Lilita Carrió le puso un marco a la situación: "Cristina volteó al Presidente. Él está pero ya no es el presidente. Esto puede ser más largo o más corto, pero se agravó cuando Cristina volteó al Presidente". Y queda la sensación que tanto CEFK como Massa nutren esa posibilidad. La señora, entre sus silencios, intereses y ambiciones, manteniendo a AAF con un respirador artificial, y Sergio, siempre esperando ser llamado a subir otro escalón. Para completar el dramatismo de los contrastes, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, devenido en primera espada de AAF, dijo que "lo que Alberto hizo por este país, las cosas que ha conseguido, son mágicas. Lo que ha hecho contra viento y marea es bárbaro y debería premiarse", y se anotó para acompañarlo en la aventura de la reelección en el 2023.

Un brevísimo párrafo para un contraste excepcional: la portavoz de la presidencia, con rango de ministro, Gabriela Cerruti, no ha dejado de hacer un daño feroz a la figura presidencial y a todo gobierno con sus diarias apariciones: ridiculiza a sus jefes, pretende desmentir a la realidad, ataca a todos y se ensaña con los periodistas y medios de prensa que no puede controlar, de los que llegó a afirmar que hacen "terrorismo mediático" y que son "lo más desprestigiado del país". No parece haber sido periodista.

La oposición, vive sus propios contrastes: sin consolidar su unidad interna se refugia en dos guaridas legítimas: 1) afirma que está en plena elaboración de un plan político y un programa económico que presentaría a fin de año o principios del 2023; y 2) asegura que no hay estallido o escalada de la crisis, gracias a su vocación democrática y republicana. Para lo primero, corren el riesgo de llegar tarde; para lo segundo, el rol de espectadores, no disimula la frenética pelea por hegemonizar la cabeza y las candidaturas expectables de JxC donde cada día se ven contrastes más grandes entre los miembros de su estado mayor.

Por ahora el GM redobla su campaña, y organiza un encuentro de los diez gobernadores del Norte Grande que llegarán a Jujuy el 23 de Agosto. Y piensa en algún retoque en su gabinete, no dilatar más las vacancias del Superior Tribunal de Justicia, y anunciar o abortar definitivamente el tema de la reforma constitucional, eje de una organización provincial seria. (Aunque en ella, ni se hable de la reelección). Siempre protagonista en la escena nacional, Gerardo Morales busca el rol protagónico de la UCR dentro de JxC y el suyo propio entre las precandidaturas. Le sobran trayectoria y gestión para mostrar, y una visión moderna y genuinamente progresista del futuro provincial que pretende trasladar a la Nación. Pero mientras él desanda ese camino, algo nuevo, un proyecto incipiente y que podría ser poderoso va apareciendo en el país, y quizás podría, o debería trasladarse a Jujuy y comenzara a crecer: armar un nuevo proyecto de un gran acuerdo multifuerzas, una nueva coalición más abarcativa y plural que evite confrontaciones estériles. El gobernador peronista de Córdoba, Juan Schiaretti, (que tiene muy buen diálogo con el GM), avanza en ello, con Emilio Monzó, con Miguel Pichetto, y hasta con Facundo Manes. ¿Si se lograra "en grande", no podría lograrse "en pequeño"? ¿Jujuy podría ser escenario de una nueva forma de hacer política y de administrar el Estado, generando un proyecto para 40 o 50 años en base a coincidencias y políticas de Estado perdurables. No es descabellado, sólo se necesitaría de la dirigencia un rapto de lucidez, aguda inteligencia, grandeza a prueba de fuego y un enorme patriotismo.

Pero hoy, con este pandemónium de contrastes, cada día más virulento y disparatado, que no permite mirar más allá de mañana, ya casi no se puede vivir.