En muchas familias jujeñas, julio es sinónimo de las honras a Santa Anita con la preparación rezando la novena en la casa y la fiesta del 26 con las tradicionales miniaturas de lo que se le pide a la Madre de la Virgen María. Luego de la pandemia hoy retornará esta devoción doméstica de manera presencial, al igual que las ferias organizadas por distintas parroquias e instituciones.
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En muchas familias jujeñas, julio es sinónimo de las honras a Santa Anita con la preparación rezando la novena en la casa y la fiesta del 26 con las tradicionales miniaturas de lo que se le pide a la Madre de la Virgen María. Luego de la pandemia hoy retornará esta devoción doméstica de manera presencial, al igual que las ferias organizadas por distintas parroquias e instituciones.
Uno de estos hogares es el de Doña Alejandrina Guanactolay de Ramos quien heredó a los 6 años la imagen de su madre -que a su vez la había recibido como regalo de bodas-, cuando vivían en Uquía.
Con la prematura muerte de la propietaria original, Alejandrina se hizo cargo de las honras hasta la actualidad en que transita los 87 años y ya eligió a su nieta Alejandra Ramos como su sucesora.
"Mi bisabuela le hacía una fiesta en Uquía y mi abuela también pero cuando se vino a vivir a San Salvador de Jujuy -hace 50 años- siguió con la tradición. Es familiar y con los vecinos: se reza la novena y el día de Santa Anita hacemos juegos, mayormente se hacen ferias donde venden o hacen trueque pero en la casa todos los que van a participar llevan cosas en miniatura para compartir", relató Alejandra a El Tribuno de Jujuy. Estarán desde las 16 en calle Las Heras al 1400, para luego a las 20 participar de la misa en la parroquia San Pedro y San Pablo, hacer la procesión y compartir la cena familiar.
"Es muy milagrosa, mucha gente sigue yendo porque le pidió cosas que les ha cumplido", señaló la joven sobre la patrona de los abuelos junto a San Joaquín. "Piden por salud, cosas materiales, de trabajo, algunos solicitan permiso a mi abuela para pasar o alumbrarla porque le tienen mucha fe", indicó Alejandra.
En tiempos de Covid entregaron estampas con velitas y oraciones para todos los días para que cada uno desde su casa acompañara en simultáneo los rezos.