Es un disco doble grabado entre los estudios Taxta (Maimará, Jujuy), Tiquipaya (Cochabamba, Bolivia) y La Paz, realizado en sesiones en vivo. Está formado por dieciocho composiciones propias sobre distintos ritmos y danzas folklóricas de Bolivia y Jujuy como huayno, capital, taquirari, diablada, morenada, entre otros. Contó con la participación de treinta y siete músicos, entre ellos: Alfredo Coca, Lin Angulo, Luciel Izumi, Donato Espinoza, Raúl Porchetto, Fernando Jiménez, Luis Mercado, Carla Derpic, Mauro Aleman, Elio Gutiérrez, Rut Alonso, Hugo de la fuente, Facundo Soto. Los temas del disco son: “Caminante”, “Renacer”, “Corpachar”, “Huari”, “Donde habita el silencio”, “Agüita de vertiente”, “Promesantes del Abra”, “A la Llajta”, “Waranka”, “Vilca”, “Caporal del Supay”, “Sikuris del Abra”, “Barro”, “Desde el alto”, “Sarahuaico”, “Molino de Chicapa”, “Patria Grande”, “Mascarita” y “Wayruro”.
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Es un disco doble grabado entre los estudios Taxta (Maimará, Jujuy), Tiquipaya (Cochabamba, Bolivia) y La Paz, realizado en sesiones en vivo. Está formado por dieciocho composiciones propias sobre distintos ritmos y danzas folklóricas de Bolivia y Jujuy como huayno, capital, taquirari, diablada, morenada, entre otros. Contó con la participación de treinta y siete músicos, entre ellos: Alfredo Coca, Lin Angulo, Luciel Izumi, Donato Espinoza, Raúl Porchetto, Fernando Jiménez, Luis Mercado, Carla Derpic, Mauro Aleman, Elio Gutiérrez, Rut Alonso, Hugo de la fuente, Facundo Soto. Los temas del disco son: “Caminante”, “Renacer”, “Corpachar”, “Huari”, “Donde habita el silencio”, “Agüita de vertiente”, “Promesantes del Abra”, “A la Llajta”, “Waranka”, “Vilca”, “Caporal del Supay”, “Sikuris del Abra”, “Barro”, “Desde el alto”, “Sarahuaico”, “Molino de Chicapa”, “Patria Grande”, “Mascarita” y “Wayruro”.
¿Cuándo estuvo listo este trabajo?
Hace dos semanas me lo entregaron, y hoy ya está en Spotify y en todas las plataformas digitales. Se grabó hace un año. Fue en dos partes, como un disco doble. La mitad lo grabamos acá en estudio Taxta de Maimará hace un año, y la otra mitad en el verano en Cochabamba y La paz, de Bolivia.
¿Cómo pensaste esta producción que consiste en sesiones en vivo filmadas, con tantos artistas?
Es un disco que lo venía pensando hace varios años, con todas composiciones de ritmo andino. Y quería grabarlos en Jujuy y en Bolivia, que son mis dos lugares de referencia, donde están todos los músicos con los que había compartido. Justo presenté este proyecto al Fondo Nacional de las Artes y fui seleccionado para una beca, con la que pude realizarlo.
¿Las composiciones son actuales?
Hay algunas de hace cinco años y otras de los últimos dos años.
¿Cuándo comienza tu pasión por la música andina?
Y yo vengo a Jujuy desde hace nueve años, y desde entonces siento esa pasión. Cuando empecé a tocar con músicos de acá, me encontré con esta música de la que yo tenía conocimiento casi nulos hasta ese momento. Llegué primero por acá de vacaciones, luego vine a tocar y me encontré con esa música, al tiempo empecé a componer ritmos andinos. Pero no fue que vine a buscarla, sino que al revés, la música andina me encontró a mi, y empecé a componer sobre eso.
¿Antes de eso, qué tocabas?
Venía haciendo folklore, pero de otros lugares, de chico, siempre toqué rock. antes de venir para acá laburaba mucho tocando cumbia. Este disco cuando los escuchás, te das cuenta que tiene cierta influencia de todas esas músicas, y también está presente todo lo que uno escucha.
Desde que llegaste a Jujuy, te relacionaste mucho con músicos jujeños ¿Cómo fue esa simbiosis?
Al principio mi entrada fue cuando empecé a llegar a Jujuy a tocar en las temporadas, o empezando a acompañar a los músicos que estaban acá en la Quebrada, pero sólo como guitarrista, no me metía en la producción de ellos. Dentro de lo que hago siempre me gustó hacer arreglos y producir y algunos me fueron pidiendo que los produzca, se fue dando y en los últimos tres años y más que nada en la cuarentena, me dediqué más a fondo a producir.
De alguna forma, todo eso se te devolvió, porque hay un montón de artistas que grabaron en tu disco....
Sí, es que de eso se trata de la música, de compartir, de generar encuentros. Es lo que tenemos que hacer para que crezca la música para llegar a otros lugares.
Este es el tercer disco tuyo ¿Cuál es la diferencia o la evolución, entre uno y otro?
El primero se llama “Tantanakuy Ensamble”, que salió en 2018, un disco que salió producto de mi tesis, porque estudié Composición y Arreglos en Buenos Aires. Es un disco que también está influenciado por los ritmos andinos y folklóricos pero con una visión de ensamble porque está hecho con una Big Band con arreglos de vientos, con un plan más jazzero. Y el segundo, salió en el verano del 2020, que nunca se llegó a presentar en vivo, porque se vino la cuarentena. Se llama “Tusuy”, y es un proyecto para el que compuse veinte danzas folklóricas, de las que hasta el momento existían solo una, como es el caso de El Remedio, Arunguita, que son tradicionales. Fue un proyecto por el cual compuse nuevas danzas para esas músicas, y estaba destinado más a los bailarines, grabado en Buenos Aires.
El único tema con letra es “Vilca”, cantado por Raúl Porcheto...
Sí es el único con letra. Y él se enganchó porque él es padrino mío, y en los últimos años venimos compartiendo mucha música.
¿Cómo es tu proceso de creación?
Varía mucho, pero por ejemplo en esta cuarentena llegaron a salirme seis temas seguidos en un mismo día. Para este disco, la idea era hacer varios ritmos de la región, y fui componiendo así como tarea. Otros surgen a partir de una melodía. Estos, básicamente fueron escritos en el momento.