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Igualdad con sabor a poco

El equipo de Darío Franco empató ayer 0 a 0 con Deportivo Madryn en un partido cambiante. En el PT, Lucchetti fue determinante con sus atajadas y luego el travesaño salvó a los sureños.
Martes, 05 de julio de 2022 01:03

Gimnasia dejó pasar una gran oportunidad de achicar diferencia con los que pelean por ingresar al Reducido. En su estadio, ayer, sólo empató con Deportivo Madryn por la 22° fecha de la Primera Nacional, situación que lo obligará a salir a ganar el fin de semana cuando enfrente Estudiantes en Río Cuarto, Córdoba.

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Gimnasia dejó pasar una gran oportunidad de achicar diferencia con los que pelean por ingresar al Reducido. En su estadio, ayer, sólo empató con Deportivo Madryn por la 22° fecha de la Primera Nacional, situación que lo obligará a salir a ganar el fin de semana cuando enfrente Estudiantes en Río Cuarto, Córdoba.

El cero a cero final terminó siendo justo, porque en la primera etapa, los sureños estuvieron más cerca de festejar, topándose con un Cristian Lucchetti inspiradísimo. Y en el complemento, un par de intervenciones de Marcelo Ojeda, justo un ex"lobo", fue clave, al igual que el travesaño que impidió el grito del ingresado Lautaro Belleggia tras un tiro libre perfecto.

A los cinco minutos de arrancar el encuentro, después de un rebote, "Laucha" le ganó el "mano a mano" a Marinucci, y un rato más, Castillo se anticipó a Cosaro y otra vez el arquero local se vio obligado a esforzarse abajo.

El "lobo" avisó con Leandro González, tras un pase en "cortada" de Palavecino, que supo resolver Ojeda.

Y la más clara fue cuando Rizzi se equivocó en un rápido contragolpe de Madryn, se la dejó "servida" para Peinipil, quien con todo el arco a su disposición definido cruzado afuera. Increíble.

El propio volante, a los 22' de la segunda etapa, también pudo inclinar la balanza, pero su cabezazo -sin marcas luego un córner- no pudo con la seguridad de Lucchetti.

Gimnasia a partir de allí comenzó a mejorar. Tuvo más tiempo la pelota en sus pies y el golero visitante empezó a responder, por ejemplo ante un media vuelta de Leandro González.

El tiro libre del ingresado Belleggia hizo atragantar el grito de gol a todos en el "23 de Agosto", como la última llegada entre Reali (también ingresó) y González, que definió a las manos del "Uno".

El equipo de Darío Franco no fue el mismo de otras presentaciones. Es que rara vez los muchachos se asociaron y llegaron al arco rival con toques. Abusaron de los centros y fueron predecibles.

Entonces, el empate dejó un gusto a poco.

 

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