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Se implantó el primer marcapasos del tamaño de una píldora en Argentina

El marcapasos utilizado es un dispositivo cardíaco miniaturizado. Su tamaño es comparable a una vitamina en píldora, 93% más pequeño que los marcapasos tradicionales y sin ningún tipo de cables.

Martes, 23 de agosto de 2022 13:54

Por primera vez en Argentina se implantó el novedoso marcapasos conocido como el más pequeño del mundo actualmente en el mercado y desarrollado por una empresa líder en tecnología aplicada a la salud.

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Por primera vez en Argentina se implantó el novedoso marcapasos conocido como el más pequeño del mundo actualmente en el mercado y desarrollado por una empresa líder en tecnología aplicada a la salud.

Durante dos días, siete pacientes del Centro Integral de Arritmias de la provincia de Tucumán, a cargo del cardiólogo Luis Aguinaga (MP 4312), presidente de la Federación Argentina de Cardiología (FAC), fueron beneficiados por el uso de esta tecnología.

Con sus 2.6 cm - que representa aproximadamente una décima parte del tamaño de los marcapasos tradicionales - este marcapasos ofrece una solución invisible y sin cables para tratar la bradicardia: una condición que se presenta cuando hay un descenso de la frecuencia cardíaca normal.

El corazón de un adulto en reposo debe latir entre 60 y 100 veces por minuto en condiciones normales. Cuando hay bradicardia, el corazón late menos de 60 veces por minuto, lo cual puede ser un problema grave, ya que el corazón no bombea suficiente sangre que lleve oxígeno a todo el cuerpo. La tecnología de este sistema de estimulación transcatéter miniatura corrige este tipo de arritmia, ayudando a que el corazón tenga una frecuencia cardíaca adecuada.

El procedimiento para su implante se caracteriza por ser mínimamente invasivo y se realiza trasladando el dispositivo a través de la vena femoral ubicada en la pierna del paciente hasta su corazón, donde finalmente se inserta para quedar allí alojado. Una intervención que demora minutos y habilita al paciente a retomar su vida normal inmediatamente al día siguiente. A su vez, al no requerir incisión, se reducen las complicaciones derivadas por problemas de cicatrización -un punto más que beneficioso para los pacientes con este tipo de patología, por ejemplo, personas con diabetes-. Al no utilizar cables, además, descarta cualquier riesgo de infección, y su estructura desarrollada en titanio puro, ofrece la tranquilidad de no presentar rechazos por alergias.

El funcionamiento del marcapasos se basa en ingeniería de algoritmos y programación, algo totalmente distinto a lo conocido, así como también el desafío tecnológico que implica tener una batería con una duración de 8 a 13 años en un tamaño tan reducido. Por otro lado, su sistema de conectividad Wireless le permite al profesional de la salud contar con información en tiempo real del estado del paciente a través de una aplicación digital. Una plataforma donde el médico puede, asimismo, realizar configuraciones remotas para ajustar los parámetros que garanticen la correcta actividad del corazón y ofrecer el tratamiento más adecuado para cada paciente.

“Estamos muy contentos de haber incorporado la mejor tecnología de estimulación cardiaca en beneficio de nuestros pacientes”, aseguró el Dr. Aguinaga luego de dos jornadas que marcaron un antes y un después para los corazones de Tucumán y de la Argentina. Gracias a sus características, aproximadamente el 50% de la población de marcapasos puede verse beneficiada por la tecnología de este dispositivo de vanguardia.  “Hoy estamos realizando el implante en adultos, pero sus particularidades innovadoras habilitan también poder llegar a los corazones de niños que enfrentan problemas cardíacos”, agregó.

La Federación Argentina de Cardiología (FAC) acompaña este avance que contribuye al bienestar de los pacientes. Este marcapasos es en sí mismo un claro ejemplo del compromiso por brindar experiencias médicas que ponen a las personas en primer lugar y, en este sentido, su minúsculo tamaño, una vez más, es un diferencial que brinda a los pacientes importantes beneficios tanto para su salud física como para su salud mental. En términos estéticos y de autoestima, al resultar invisible, el implante elimina toda posible incomodidad por ser visto y, para agregar, también descarta cicatrices molestas o posteriores marcas en la piel que puedan generar inseguridad.