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“Nos quedamos shockeados y tristes por su diagnóstico”

La pequeña Briana Díaz lleva el primer año tratándose con leucemia. Sus padres sueñan con darle un hogar acorde.
Miércoles, 24 de agosto de 2022 01:00

Hace un año, el Día del Niño para la pequeña Briana Sofía Díaz no fue el de muchos, la pasó internada a la espera de su quimioterapia ya que un mes antes otra consulta por neumonía en la guardia devino en un diagnóstico de Leucemia linfoblástica. Ese día los juguetes no lograban activarla. Hoy ya tiene tres años y está mejor, y sus padres siguen en la lucha con un trabajo inestable, limitaciones, pero esperanzados en avanzar.

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Hace un año, el Día del Niño para la pequeña Briana Sofía Díaz no fue el de muchos, la pasó internada a la espera de su quimioterapia ya que un mes antes otra consulta por neumonía en la guardia devino en un diagnóstico de Leucemia linfoblástica. Ese día los juguetes no lograban activarla. Hoy ya tiene tres años y está mejor, y sus padres siguen en la lucha con un trabajo inestable, limitaciones, pero esperanzados en avanzar.

"Ella ahora tiene tres añitos, la diagnosticaron a los dos años, fue así de repente, entró al hospital con neumonía y a los dos días la diagnosticaron. Venía con infección urinaria primero, íbamos al hospital, me decían que solamente le dé agua, y cuando empezó la tos, no paraba de toser, le sacaron sangre y le hicieron una punción, no sabía cómo era y vinieron las oncólogas", relató Rebeca Campos, la madre de Briana.

"Nos quedamos shockeados, nunca imaginamos que iba a pasar esto y estábamos tristes por su diagnóstico", agregó. Por entonces, reconoce que no sabía de qué se trataba la oncología y le explicaron todo. Así se fueron sucediendo distintas etapas del tratamiento, y comenzaron las internaciones, seis ciclos de quimioterapia por vena.

"La internaban, veníamos a la casa tres días y la volvíamos a internar y así seguíamos. Después le agarró un pos-Covid. Ahora está en mantenimiento, y todas las quimio son orales", explicó. Fue una etapa dura para la pareja y su primera hija, algo que les cambió completamente la vida a cada uno.

Rebeca, la madre, fue sobrellevando todas las instancias acompañando a su pequeña. Dejó en espera las clases que tenía para completar el colegio secundario en una escuela nocturna; mientras su esposo, José María Díaz, trabajaba en su rol de albañil.

Con la enfermedad de la pequeña todo se hizo un poco más complicado, ya que los trabajos temporales de su esposo no daban abasto y tuvieron que mudarse a la casa de su madre. Sucede que no podían afrontar económicamente un alquiler, con lo cual Briana dejó de tener su habitación; es que los gastos para comprar vitaminas, calcio u otra necesidad con base en su salud eran prioridad.

Para Rebeca Campos trabajar no era una opción porque no podía dejar a su niña por los cuidados que requería por su tratamiento, y porque tampoco podía asistir a un jardín ni a una guardería ya que el cáncer afectó sus defensas y podría adquirir cualquier infección ante el menor resfrío de algunos de sus compañeros con los que estaría en contacto. Comentó que si bien ella está bien ahora porque sigue en tratamiento, extraña mucho el jardín, compartir con sus compañeros ya que dice estar aburrida en casa.

"Como vivimos en casa de mi madre, me duele porque tiene su camita al lado y me dice 'ese es mi cuarto', me duele porque no puedo darle una casa, solo tiene juguetes en una baulera", expresó sin poder evitar quebrarse. Le preocupa la humedad y suele estar atenta en sus cuidados por lo que a veces la lleva a breves paseos en su bicicleta para que pueda tomar aire, porque quiere salir un poco y ver a otros niños.

Es que la rutina diaria pasa por jugar con sus muñecas, ver televisión o a su programa favorito "Bely y Beto". De igual manera no les faltan los sobresaltos, el pasado 9 de julio volvieron a consultar a la guardia del hospital por tos y mucosidad, y tras las consultas lograron superarlo. Por ello, anhelan poder tener su propio hogar y eludir la humedad que por estos días nada le aportan a la salud de su niña.

Pese al duro camino buscan seguir adelante, están pendientes del tratamiento y los controles que determinen si la quimioterapia logró o no eliminar las células malignas.

De hecho, durante el tiempo que transitaron por el hospital la madre pudo retomar los estudios pendientes en la escuela nocturna y ya con 26 logró terminarlo al tiempo que su hija se trataba y aún dejó en suspenso su plan de inscribirse en una tecnicatura en Seguridad e Higiene que le permita trabajar e ir por sus objetivos de vida.

La leucemia linfoblástica aguda

La leucemia linfoblástica aguda (también llamada LLA o leucemia linfocítica aguda) infantil es un cáncer de la sangre y la médula ósea. Es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros (tipo de glóbulo blanco), puede afectar los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Los tratamientos anteriores para el cáncer y ciertas afecciones genéticas modifican el riesgo de presentar leucemia linfoblástica aguda infantil. Los signos de la leucemia linfoblástica aguda infantil incluyen fiebre, hematomas o sangrados fáciles, petequias que son manchas planas, como puntitos de color rojo oscuro debajo de la piel producidos por un sangrado.

También son síntomas, debilidad, sensación de cansancio o aspecto pálido, y dolor de huesos o articulaciones, dificultad para respirar, ganglios linfáticos hinchados en el cuello, axilas, estómago o ingle, dolor o sensación de saciedad debajo de las costillas y pérdida de apetito. Para diagnosticar la leucemia linfoblástica aguda infantil, se utilizan pruebas que examinan la sangre y la médula ósea. Ciertos factores afectan el pronóstico, la probabilidad de recuperación y las opciones de tratamiento. Es un tipo de cáncer que por lo general, empeora de forma rápida si no se trata. La leucemia linfocítica aguda es el tipo de cáncer más común en niños, y los tratamientos ofrecen buenas posibilidades de recuperación. También puede aparecer en adultos, aunque las posibilidades de recuperación se reducen en gran medida.