No siempre es fácil cumplir con los sueños, especialmente si se tiene en cuenta que para poder concretarlos hay que viajar, abandonar el terruño y afrontar con fuerza y mucho coraje el desarraigo.
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No siempre es fácil cumplir con los sueños, especialmente si se tiene en cuenta que para poder concretarlos hay que viajar, abandonar el terruño y afrontar con fuerza y mucho coraje el desarraigo.
"México tiene unos paisajes maravillosos, quiero conocer lo que más pueda de este país", afirmó Nicolás Martínez.
"Realmente fue una patriada", afirmó Nicolás Martínez Asmuzi un periqueño de pura cepa que dejó de lado sus emprendimientos, entre ellos un negocio de venta de ropa y con lo recaudado, con sus 29 años a cuesta, más 800 dólares que le quedaron después de vender todas sus cosas, se embarcó con destino a México a Playa del Carmen donde lo esperaba una amiga.
"Tenía que animarme, los años pasaban y yo seguía soñando sin decidirme a dar el gran paso, pero a fines del año pasado y frente a las dificultades del país comencé a entender que no tenía futuro, que me tenía que animar, que en mi querido Perico quedaban todos mis afectos pero tenía la necesidad de forjar un futuro con estabilidad" contó Nicolás Martínez desde Tulum, donde vive desde el pasado mes de enero.
El jujeño afirmó que "toda mi vida pensé en radicarme en el exterior y el año pasado pensé que se me estaba acabando el tiempo, tenia dos trabajos, vivía con el estrés propio con el que vive toda la gente, fue una decisión muy rápida, evalué que tenía que vender todo lo que había logrado comprar en seis años".
"Mi amiga que me animó a que viaje, a los dos días de llegar a México se fue a vivir a Barcelona porque le salió un trabajo y me quedé solo en Playa del Carmen, donde estuve dos semanas y fue cuando conocí un cordobés que me animó a viajar a Tulum porque un amigo estaba abriendo un restaurante" manifestó.
Nico, como todos lo llaman y conocen aquí y en Tulum, afirmó que "me gustó el lugar y me quedé siete meses, hoy soy el encargado del café donde trabajo y en el hostel donde vivo, ya que el dueño tiene dos y yo me encargo de uno y de esa manera ahorro el pago del alquiler de un departamento, así que estoy muy cómodo y tranquilo".
Nicolás Martínez Asmuzi señaló que está tramitando su ciudadanía española y que le gustaría mucho poder conocer Europa, aclarando que "aquí las cosas son distintas, la moneda mexicana es fuerte y uno puede planificar porque los precios se mantienen y uno trabajando puede ahorrar y comprar los pasajes al precio que tenían meses antes, por ahora estoy esperando la llegada de la temporada alta que se extiende desde noviembre a marzo".
Consultado sobre como fue el desarraigo indicó que "al principio durísimo -y se rió a la vez que aclaró- no podía hablar con mi mamá ni con mis hermanos, era muy muy difícil pero ahora estamos en contacto casi todo los días a través de video llamadas".
Nicolás finalmente agregó que "más de una vez me encantaría poder levantarme y ponerme a tomar mate con mi vieja, pero se que este esfuerzo que realizamos tendrá su fruto, porque podré viajar o traerla para que me visite y será mucho más fácil, por la estabilidad que aquí se vive. Yo en dos meses voy a cumplir 30 años y creo que tomé la mejor decisión".