En una repleta Bombonera, anoche, por la 16° fecha de la Liga Profesional de Fútbol, Boca Juniors dio vuelta el marcador, venció al puntero Atlético Tucumán por dos a uno y hubo fiesta.
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En una repleta Bombonera, anoche, por la 16° fecha de la Liga Profesional de Fútbol, Boca Juniors dio vuelta el marcador, venció al puntero Atlético Tucumán por dos a uno y hubo fiesta.
En el inicio del partido, el "xeneize" se mostró más ambicioso con un par de aproximaciones y destacándose un jugadón de Fabra por izquierda que "Pol" Fernández no pudo terminar con la pelota en la red.
El "decano", sin embargo, en la primera oportunidad que tuvo lo cambió por festejo. Lotti, tras un centro perfecto del incansable Ruiz Rodríguez, venció a Rossi. Pareció off side, pero en realidad el VAR confirmó que Figal no salió y habilitó a todos. Entonces, el cabezazo goleador del "9" no tuvo objeciones.
Después el encuentro cayó en un pozo hasta que Rossi se lució ante Rodríguez, quien había llegado con peligro por izquierda y obligó a esforzarse al "Uno" local.
Finalizar la etapa con un solo gol abajo terminó siendo positivo para Boca, que nunca encontró el rumbo en 45 minutos de juego.
Si bien en el complemento el "xeneize" fue arrinconando a su rival, careció de ideas claras en los últimos metros y se la pasó tirando centros.
El travesaño salvó a Lampe cuando el ingresado Benedetto ganó en el área chica y su frentazo no terminó en gol del milagro.
Pero la "solución" estaba en el banco de los suplentes y se llama Luca Langoni. El juvenil en la primera acción que intervino, gritó fuerte. A pesar de su estatura ganó entre los centrales y cabeceó al gol.
Fue un alivio después de tanto buscar, ya que el "decano" se conformó con cuidar el triunfo parcial y el empate era más que justo.
Sin embargo, Langoni quería escribir su nombre en este partido y aprovechó un rebote que capturó en el área grande y clavó el dos a uno.
Revertir el marcador frente al único líder del campeonato fue positivo, más allá que Rossi debió lucirse en la última jugada del partido cuando Maestro Puch apareció solo y su zapatazo tenía destino de red.
Los hinchas, que coparon nuevamente la cancha, cantaron por varios minutos, ilusionados con dar pelea en este certamen y dejar atrás los sinsabores de un semestre convulsionado por noticias extra deportivas.
Boca no jugó bien, pero mostró actitud y corazón ante un rival timorato que no pareció defender un liderazgo bien ganado, sin un conjunto que se conformaba con un empate. La lección le servirá a los muchachos de Pusineri de cara al futuro.
La crisis de Independiente
Independiente, que no supo cuidar la mínima diferencia, acentuó ayer su crisis futbolística con el empate uno a uno ante un Vélez Sarsfield alternativo, con la mente puesta en las semifinales de la Copa Libertadores de América, que se selló en los minutos finales y desató una vez más la bronca de sus hinchas. El club de Avellaneda se puso en ventaja con Alan Soñora y Vélez lo igualó en el cierre del encuentro a través de Lucas Pratto en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini. Independiente, que ganó uno de los últimos 12 partidos en el campeonato local, tiene 15 puntos y mantuvo la ventaja de tres ante Vélez (12).
Ambos están en la zona baja de la tabla de posiciones. Independiente ganó en confianza y asumió el protagonismo ante un Vélez descoordinado en sus líneas. El equipo de Julio Falcioni dominó la pelota, pero le faltó profundidad ante un rival con serios problemas por el sector derecho, compartido entre Guidara y Fernández. Vélez, que sigue sin ganar como visitante, dispuso de su única situación de peligro a través de la pelota parada, uno de los puntos débiles de Independiente. A los 34 minutos, el cabezazo de Miguel Brizuela pasó cerca del palo derecho.
La segunda etapa mostró a un Independiente distinto, más retrasado, lo cual propició mayor tenencia de la pelota para Vélez. Alexander Medina recurrió a los habituales titulares en Vélez para cambiar el curso del encuentro con cuatro modificaciones a la vez. Vélez fue por todo con los ingresos de Bou, Pratto, Janson y Garayalde. La idea era acentuar la leve mejoría en el funcionamiento, facilitada por las extremas precauciones de Independiente. Sosa rechazó la pelota ante un eventual pase atrás de Elizalde, la dejó corta para que Bou envíe el centro al “Oso” Pratto. El ex River Plate conectó de cabeza, el balón rozó en Vigo y concretó el 1-1 final, desatando la bronca de los hinchas.