Transcurrió una larga semana entre tensiones, definiciones y enfrentamientos. Los extensos alegatos y “toneladas de pruebas”, los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola terminaron acusando a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner como jefa de una asociación ilícita y solicitaron 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos. La vicepresidenta y jefa real del oficialismo pidió volver declarar sabiendo que su pedido era extemporáneo e imposible de conceder. Igual logró sus objetivos: se victimizó una vez más, y vía redes sociales, descalificó a los fiscales y a la Justicia toda, repartió acusaciones que involucraron desde Néstor Kirchner y Mauricio Macri, hasta medios y periodistas no alineados. Su furiosa diatriba, tuvo el mismo (o mayor), rating que el alegato final de los fiscales. Y allí largó el cronómetro que comenzaba el conteo de la semana más larga del año. Hasta ahora.
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Transcurrió una larga semana entre tensiones, definiciones y enfrentamientos. Los extensos alegatos y “toneladas de pruebas”, los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola terminaron acusando a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner como jefa de una asociación ilícita y solicitaron 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos. La vicepresidenta y jefa real del oficialismo pidió volver declarar sabiendo que su pedido era extemporáneo e imposible de conceder. Igual logró sus objetivos: se victimizó una vez más, y vía redes sociales, descalificó a los fiscales y a la Justicia toda, repartió acusaciones que involucraron desde Néstor Kirchner y Mauricio Macri, hasta medios y periodistas no alineados. Su furiosa diatriba, tuvo el mismo (o mayor), rating que el alegato final de los fiscales. Y allí largó el cronómetro que comenzaba el conteo de la semana más larga del año. Hasta ahora.
La señora, se abrazó al peronismo, al que tantas veces y de tantos modos denostó y pretendió suplantar con un kirchnerismo eterno. Y el peronismo, necesitado más que nunca de un liderazgo, le dio la bienvenida, y se sintió compelido a rodearla, protegerla y ganar las calles en su nombre. “Los muchachos peronistas...” volvió a tronar con el mismo volumen e intensidad que la nueva cantata de la militancia dura: “Che gorila, che gorila, no te lo decimos más...”. Florecieron las críticas de la oposición a CEFK, pero, en realidad, no se puede embestir a la acusada por intentar defenderse con todos los recursos que ella considere razonables, y por ejercer con notable energía, el liderazgo indiscutible que tiene sobre su núcleo duro, y que extiende con hábil muñeca de conductora a todo el PJ.
La señora alineó de un solo golpe a los dos sectores más significativos de la política argentina: 1) Puso el peronismo en fila, limó el internismo que lo martiriza, le dio un motivos para recuperar protagonismo, y lo acomodó de cara al 2023; y 2), Puso a la oposición en fila, le dio motivos para que limen su internismo y se acomoden para el 2023. El Frente de Todos lo entendió y por amor, por temor, por conveniencia y hasta por descarte, respondió a la jefa y brotaron en todo el país, incluido Jujuy, fuertes expresiones de apoyo. El Frente Juntos por el Cambio no termina de entenderlo y entre dubitativo y lerdo, produce documentos, se expresa en los medios, pero persisten en sus líneas resquemores y desconfianzas. (Pichetto no cree que sea posible demostrar que CEFK sea culpable y Manes no acompañó a los legisladores de JxC en un pedido de juicio político). Pareciera que sus caciques, (demasiados) siguen priorizando su ubicación en la grilla del 2023, sin percatarse de que enfrente, se despertó el Leviatán y amenaza con deglutirlos.
Dos personajes laterales a “cuestión Cristina”. 1) Alberto Fernández siempre haciendo gala de su dislocada verborragia, se despachó con declaraciones que embarraron la cancha, zarandeó el virtualmente comprobado magnicidio del caso Nisman y deseó que no le ocurra lo mismo al fiscal Luciani; después hizo gala de sus curiosos y gravísimos encontronazos con la Constitución. Hasta desde el cristinismo lo despellejaron recordándole que el silencio es salud. En ámbitos judiciales no comprenden los dichos de quien se autopercibe como sólido profesor de Derecho y heredero de una estirpe de abogados que abrevó en su familia.
El Procurador de la Nación Eduardo Casal defendió a los fiscales y AAF le respondió con una “dura” carta donde defiende su derecho a opinar, sin saber o sin que le importe, que la CN establece que como Presidente, es el único ciudadano q u e tiene vetado el derecho a meterse en la intimidad y el trabajo de los otros poderes del Estado. El sábado, producto de la imprudencia del gobierno de la CABA, de vallar la vivienda de Cristina y de la esperable reacción violenta del mundo K que lo asumió como una provocación, hubo graves enfrentamientos entre policías y militantes.
Cuando el agua les llegaba al cuello, funcionarios de Nación y la Ciudad se reunieron para pactar una tregua. La tregua inestable y mentirosa se logró momentáneamente, pero luego Cristina habló, haciendo estallar el látigo sobre el lomo de la oposición: “Dejen de competir entre sí, a ver quién odia más al peronismo” y remarcó: “odian el amor de los peronistas”. La grieta en su máximo esplendor.
Mientras el país está distraído, Sergio Massa, sinuosa y silenciosamente, sin mostrar un plan económico, sin retomar la “guerra” contra la inflación que AAF prometió, sin atacar a la pobreza y contradiciendo al catecismo del kirchnerismo, arrasó con los presupuestos de los ministerios, avanzó con la segmentación de las tarifas y un ajustazo que destrozarán la economía y la paz social. Y avanza en reuniones privadas, casi particulares, con banqueros y empresarios, mostrándose como “moderado ideal”, afirmando de su imagen y su campaña personal hacia la soñada Presidencia.
El lunes viajará a USA, “a pasar la gorra” dicen los economistas, pero llevará para mostrar, un país que ardió durante la semana más larga del año. A Jujuy llegaron las ondas expansivas. El presidente del PJ Rubén Rivarola movilizó al partido a un multitudinario cabildo abierto de la militancia y convocó a respaldar a la vicepresidente. Puso el acento, en que ese respaldo también debe estar dirigido a la democracia misma, confiando en que la Justicia terminará liberando a CEFK de sus angustias. Distintos sectores tuvieron su expresión política, y ahora esperan ansiosos el desarrollo de los acontecimientos.
En Cambia Jujuy, bajo la conducción de Gerardo Morales acompaña con poco entusiasmo las movidas de JxC en Buenos Aires. Quienes rodean al GM, mientras empujan el clamor para poner en marcha un “plan B”, comentan el “cordial enfria‑miento” con el Frente Primero Jujuy del vicegobernador Carlos Haquim, quien en los últimos días se ufanó, con legitimidad, de reverdecer la vieja amistad y la pertenencia al grupo que lidera Sergio Massa. En un año, estaremos analizando los resultados de las PASO, si es que las PASO siguen vigentes, porque el FdT las quiere eliminar a nivel nacional, lo que sería el punto final de la enclenque unidad de JxC.
Hoy, al final de la semana más larga del año, no es difícil vislumbrar que hay dos figuras perfiladas para competir en el 2023: Cristina, ya proclamada por su gente, y Mauricio, que sube lenta y sostenidamente en las encuestas, remarcando su liderazgo en JxC. Tal vez, sobrevengan otras semanas más largas y más intensas que la que pasó, que hasta aquí, fue la más larga del año. Habrá que estar preparados para algo peor.