¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

23°
28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

La extraña raza, producto de la falta de tiempo compartido

Miércoles, 31 de agosto de 2022 01:04

Por LUIS FRANCISCO REYES

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por LUIS FRANCISCO REYES

La adolescencia es una etapa bastante complicada (para mayores referencias, vea el "orden" de sus habitaciones- es broma), pero por sobre todas las cosas, es muy incomprendida.

Es muy común ver como los adultos, considerados personas mayores, maduras y de sabios razonamientos, ignoran, desvalorizan y hasta se burlan de las problemáticas de los jóvenes, tomándose a estas como meros histeriqueos propios de la edad, berrinches sin importancia, conductas inapropiadas como consecuencias de los cambios hormonales- dicho en criollo, la mayoría de los adultos ve a los jóvenes como a seres que sólo tienen ganas de molestar, embromar.

Este es uno de los mayores quiebres, que da lugar al aislamiento juvenil, alimentado por el desinterés vincular de unas personas circunstancialmente progenitoras (entiéndase la frase "desinterés vincular de unas personas circunstancialmente progenitoras" como individuos que fueron "padres" y esperan que los demás eduquen, contengan y críen a sus hijos), las cuales todavía no alcanzaron a comprender las funciones y roles de cada integrante de la familia.

También existe el otro extremo "burocrático" y estructurado, en donde se realizan bastos y profundos análisis del comportamiento del homus-adolescentum, investigado desde los diversos enfoques psicoanalíticos y paseando por todas las estructuras paradigmáticas, pero que al final de cuentas todo queda en obsoletos y gordos libros de colección que si no rellenan espacios en ostentosas bibliotecas, que a fin de cuentas acumulan polvo, son usados para justificar el contenido curricular de materias de algún profesorado o algún curso de capacitación. Que dicho sea de paso, sería hermoso que las personas llevaran a la práctica aunque sea un 20% de todo el contenido que se desarrolla en esos cursos de capacitación (que generosamente pongo de lo que se desarrolla, porque hay mucha información que queda en el tintero), y de esta forma veríamos jóvenes más contenidos, acompañados y con las energías bien canalizadas.

Para tener sólo una efímera idea de uno de los procesos más comunes dentro de la evolución humana, y como así también la más desatendida, siendo una de las principales causas del quiebre familiar, se aprecia alrededor de los 4 años de vida del niño, donde inicia con la etapa del ¿por qué? y su infinidad de preguntas, que por lo general caen al vacío al chocar con la indiferencia o negativa después de la segunda pregunta respondida; llevando esto a un redireccionamiento de búsqueda por parte del niño, para satisfacer sus inquietudes; y en donde encuentre "contención", se aferrará y lo convertirá en su referencial. Un niño que crecerá y se irá formando a su manera… ¿y en un transcurso de 10 años adivinen en qué se convertirá?… en el adolescente que cayó del cielo, que no se sabe de dónde vino, ni de dónde aprendió esos hábitos y costumbres, porque todos los padres cuando eran chicos no eran así. ¿Alguna vez te lo dijeron? "Yo a tu edad no era así".

Los jóvenes que desconocemos... son aquellos que cruzamos en las esquinas, en el transporte público y hasta en nuestra propia casa. Son aquellos que hablan en un idioma paralelo al nuestro y resulta difícil de comprender. Son aquella raza desconocida, producto de la falta de tiempo compartido.

No son tan raros, ni tan diferentes a lo que un día fuimos... ese mismo día en el que nos sentimos incomprendidos, solos y sin apoyo. Ese día cuando lo que necesitábamos era alguien que nos dijera te entiendo... no lo comparto, no son mis gustos, pero... te entiendo.

Cuando el apoyo, no siendo sinónimo de permisividad, es un genuino acompañamiento... vamos a encontrar el camino para acercarnos al adolescente del cual nos alejamos, aquella vez que sin darnos cuenta, comenzamos a transitar los caminos de la adultez.

La Fundación Luz de Vida trabaja fuertemente en "educar, prevenir y restaurar" a través de escuela para padres, talleres, consejería y contención familiar. íContáctenos! Alvear 731, primer piso, oficina N°2. Comuníquese al 388-4544620, o ingrese a nuestra página de Facebook: Fundación Luz de Vida. íEstamos para ayudarles!

 

Temas de la nota