Como en todas las cosas de la vida, "nada es antes ni después". Es por ello que hace ocho años nació una fuerte relación de amor entre Victoria Quispe y su ángel de la guarda, encerrado en el cuerpo de una hermosa perra Golden Retriever, a quien llamó Mora.
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Como en todas las cosas de la vida, "nada es antes ni después". Es por ello que hace ocho años nació una fuerte relación de amor entre Victoria Quispe y su ángel de la guarda, encerrado en el cuerpo de una hermosa perra Golden Retriever, a quien llamó Mora.
"Ella es como mi hija", afirmó Vicky al ser entrevistada por El Tribuno de Jujuy, a la vez que agregó: "Yo daría la vida por ella, ya que fue quien me rescató, la que salvó mi vida", y en la entrevistada adquiere un brillo especial en su mirada mientras acaricia el dorado pelaje de su "compañera".
Hoy, con 23 años, Vicky está cursando la carrera de Ciencias Biológicas en la Unju, aunque en sus planes está estudiar Medicina a partir del año que viene en la Universidad de Buenos Aires, UBA, donde estudiaba su primo y esa persona que siempre se encargó de ella y que lamentablemente falleció, Mateo Martínez, según comentó.
"Poder cuidar a Mora es algo que me llena de felicidad y orgullo, porque pese a que sufro ataques de pánico y muchas veces sufro depresiones, no la puedo descuidar, especialmente ahora que está grande, ya que cumplió ocho años y si bien es cierto que está muy bien por los cuidados que le brindo, últimamente comenzó a sufrir de dolor de oído. Pero ni siquiera eso le afectó el carácter, ya que es una perra muy sociable y además muy obediente", aseguró Victoria Quispe, mientras Mora la observa como si supiera que de ella se trata.
"Mora fue adiestrada por un señor amigo de mi papá, que se llama Daniel, y en la actualidad mensualmente nos juntamos en el parque, donde continúa con su adiestramiento", indicó Vicky, quien aseguró que "cuando tengo ataques de pánico ella me brinda mucha contención, porque es en ese momento cuando a mi me falta el aire, no puedo respirar y muchas veces me desmayo, y es ahí cuando Mora entra en acción".
Victoria afirmó que "ella percibe cuando no estoy bien y cuando me está por agarrar un ataque de pánico. Entonces o comienza a ladrar si estamos en la caso o se me tira encima y comienza a acariciarme, hasta que logra tranquilizarme", acotando que "lamentablemente no me permiten el ingreso de Mora ni al supermercado ni a las aulas de la facultad, y ya sucedió que ante un ataque me encontraba sola; sería bueno que esa situación se revea a la brevedad".
Victoria que desea seguir los pasos de Mateo, aseguró que estudiará Medicina en la UBA y que viajará con Mora, ella será su gran compañía y apoyo. Por el momento solo piensa en seguir manteniendo esta relación con Mora, aunque es necesario que ya comience a pensar en otro perro, que seguramente Mora ira adiestrando y será mas fácil", comentó para finalizar Victoria, con su amplia sonrisa apoyada en su fiel compañera.
¿Qué son los perros de apoyo emocional?
Los perros de apoyo emocional acompañan a sus dueños a todas partes, para ayudarles a superar dificultades emocionales o psicológicas. Primero, es importante saber ¿qué es un perro de soporte emocional?. Este término se refiere a cualquier perro que ayude a su dueño a sobrellevar o controlar algún trastorno emocional, como puede ser la depresión, ansiedad, miedos o incluso problemas para socializar. Estos perros cuentan con una ley (nro. 26.858), que permite y reglamenta el acceso, permanencia y deambulación de personas junto a su perro de asistencia, con las debidas acreditaciones o constancias que esto requiere: credencial del portador y certificación del perro de asistencia, en la que se pueda ver que el can fue entrenado y certificado para el desempeño de su actividad. Están debidamente identificados, por lo cual se debe entender que cuando ellos “portan su uniforme de trabajo” (chalecos con insignias), están cumpliendo sus tareas