En estos tiempos en los que hay mucha confusión en el ámbito político y mucha ansiedad en la comunidad, ¿cuál cree que es el rol de los medios de comunicación?
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En estos tiempos en los que hay mucha confusión en el ámbito político y mucha ansiedad en la comunidad, ¿cuál cree que es el rol de los medios de comunicación?
La comunicación tiene un objetivo supremo que es un objetivo moral, te diría que es el de construir algunos consensos y a partir de eso facilitar la vida en comunidad. Nosotros tenemos comunidades muy diversas con muchos actores, muchas personas, instituciones y organizaciones que tienen formas muy distintas de entender y de ver el mundo y entonces eso hace que sea difícil construir comunidad y ahí entra el rol supremo de la comunicación que es ayudar en este sentido. Pero además por supuesto la comunicación tiene objetivos más terrenales o más cotidianos y eso tienen que ver con administrar algunos disensos construir aceptación de la ciudadanía que es el rol de la comunicación política. Como por ejemplo, el caso de la comunicación de Gobierno o la que transmitir una propuesta electoral y tratar de generar el apoyo de una masa crítica que garantice el triunfo electoral a la hora de la elección, también puede tener el objetivo de gestionar el riesgo o de traer certidumbre en el marco de las crisis. Estos son todos roles que se dan en el marco de la disputa simbólica. Y por lo tanto las mejores herramientas que tenemos para trabajar.
Este objetivo de generar consensos muchas veces se ve truncado por un fenómeno que se da cada vez con más periodicidad en los medios de comunicación y redes sociales, que son las fake news, ¿qué consejo le podemos dar a la ciudadanía al respecto?
Una fake news es literalmente una noticia falsa, o sea algo que se propaga como si fuese verdad, pero en realidad no lo es. Y como consejo para la ciudadanía, es decirle que cuando ve una noticia que es llamativa, es escandalosa, hay que chequear la fuente, leer más de un portal de noticias, googlear los datos, esas son las primeras medidas a tomar para saber si esa noticia es verdad o no. Yo creo que estamos frente a un momento en donde es necesario profundizar lo que entendemos por fake news y eso implica profundizar la discusión acerca de la verdad en el mundo que vivimos.
Estamos en un tiempo de posverdad, esto significa que hay más de una verdad o que hay algunas verdades que son relativas. Ante esto es importante tener en cuenta que en el marco de una discusión política se dicen verdades que son verdades relativas, o sea son verdades para algunos grupos que están completamente convencidos de eso y lo creen y lo afirman como manera de entender su mundo, pero esta puede no ser compartida por el resto que tiene otras verdades. Entonces creo que hoy tenemos una necesidad de hablar de algo más profundo que es que es la verdad y es un debate o una reflexión que nos debemos.
En esta disputa de los sentidos, otra característica de la comunicación de nuestro tiempo son los llamados "discursos de odio" que se plantean como una forma de ejercicio de la libertad de expresión. ¿Qué opinión tiene al respecto?
Efectivamente esa es una característica de los discursos de odio, el hecho de plantearse como una forma de expresión y es esa característica la que los hace tan peligrosos. Yo soy un creyente ferviente de la libertad de expresión, en Occidente todo nuestro sistema político está asentado sobre un sistema de valores y la libertad de expresión es uno de esos valores. Lo que sucede es que la libertad de expresión no es un valor aislado sino que funciona en el marco de un sistema de valores en el cual también se valora la dignidad de las personas al margen de sus pertenencias, decisiones, orientaciones o de su procedencia. Y es este mismo sistema de valores el que sostiene la libertad de expresión, es el mismo que sostiene la igualdad ante la ley, la dignidad de las personas y el respeto a la diversidad. Entonces la libertad de expresión funciona en el marco de ese sistema donde yo no puedo tomar un solo valor y ponerlo por encima de los otros. Esta es la gran trampa que proponen los discursos de odio, nos presentan la posibilidad de tomar un valor y usarlo para vulnerar a todo el resto de los valores que forman parte de un sistema. Por eso es necesario estar atento desde la ciudadanía y también desde las dirigencias políticas y comunicacionales de la sociedad porque si no se combate esta falsedad ideológica, que es la que da sustento a los discursos de odio, se torna peligroso.
¿Cómo observa el ejercicio de expresiones políticas en un pseudo ejercicio de la ciudadanía a otras de las plataformas de las redes sociales?
Estamos en la era de la información, lo que implica la digitalización de la vida y allí una vida cada vez más asociada a las redes sociales. En este marco las redes sociales ofrecen un espacio que multiplica los actores que pueden emitir mensajes, pero con las limitaciones que tuvo siempre la humanidad. Sí ofrecen la posibilidad de multiplicar las fuentes y se produce cierta democratización, pero todavía existen recursos de poder. Las redes sociales son propiedad de empresas que tienen sus intereses y en este sentido se sigue disputando el poder en los nuevos actores. Creo que hay que abrazar estas nuevas formas de ciudadanía para poder seguir transformando la realidad.