Los colores vivos se despertaron para dar vida a la avenida de las carrozas y la bienvenida con formas de fantasía en la Ciudad Cultural. Los jóvenes de diferentes colegios dejaron ayer su impronta especial en imágenes impresas como respuestas a una creatividad colectiva e inquieta que terminó por reflejarse en el asfalto. La circunstancia fue favorable, el sol a pleno estuvo presente y puso a prueba el ingenio y las capacidades en técnicas que dieron rienda suelta a la imaginación propia de cada alumno participante. Personajes de cuentos de hadas, de inolvidables caricaturas, pero sobre todo las criaturas del reino animal; se reunieron para brillar en el despliegue de diversión y amistad entre brochas y pinceles colmados de pintura, razones más que suficientes para dar el marco mágico a la 71° edición de la Fiesta Nacional de los Estudiantes. Fue evidente el entusiasmo de los adolescentes como denominador común a todos. Se notaba el entusiasmo al dibujar diseños tal cual a los imaginados, con los cambios obligados y expectativas que subían de nivel cerca del mediodía.
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Los colores vivos se despertaron para dar vida a la avenida de las carrozas y la bienvenida con formas de fantasía en la Ciudad Cultural. Los jóvenes de diferentes colegios dejaron ayer su impronta especial en imágenes impresas como respuestas a una creatividad colectiva e inquieta que terminó por reflejarse en el asfalto. La circunstancia fue favorable, el sol a pleno estuvo presente y puso a prueba el ingenio y las capacidades en técnicas que dieron rienda suelta a la imaginación propia de cada alumno participante. Personajes de cuentos de hadas, de inolvidables caricaturas, pero sobre todo las criaturas del reino animal; se reunieron para brillar en el despliegue de diversión y amistad entre brochas y pinceles colmados de pintura, razones más que suficientes para dar el marco mágico a la 71° edición de la Fiesta Nacional de los Estudiantes. Fue evidente el entusiasmo de los adolescentes como denominador común a todos. Se notaba el entusiasmo al dibujar diseños tal cual a los imaginados, con los cambios obligados y expectativas que subían de nivel cerca del mediodía.
Las mentes de los estudiantes recorrieron un amplio espectro de quimeras sostenidas por una alegría muy particular y es que luego de dos años sin realizar esta labor, en el aire se podía percibir una ansiedad total para concretar -por fin- los dibujos en burbujas que hacía tiempo pedían revivir. La suerte de "pasarela colorida" quedaría lista gracias a la unión del trabajo en los grupos de adolescentes donde la energía y la confraternidad volvió a renacer en este dos mil veintidós con más fuerza para que se conozcan las obras de papel que -a la brevedad- se lucirán ante los ojos de esta y otras tierras.
Así, la pintada fue la excusa para poner alas a la inventiva y sacar a la luz y puertas afuera -en esta edición más que nunca- continuando por andariveles nuevos pero con un encuadre diferente, es decir, sin olvidar la historia. Quienes también hicieron lo suyo, fueron los los profesores asesores y coordinadores que sumaron puntos importantes en el acompañamiento a los jóvenes que esperan por segundos la llegada de la estación más florida.