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La tranquila mañana de Boone, un pueblo tranquilo de menos de 15.000 habitantes de Carolina del Norte (EEUU), de esos donde "nunca pasa nada", se vio alterada cuando la policía comenzó a recibir insólitas llamadas de peatones y conductores sobre un señor a lomo de un tractor John Deere que arremetía contra todo lo que se cruzaba en su camino.
Según la policía local, se trataba "de un viejo conocido de la zona" que había robado el tractor a su dueño, y no estaba precisamente en las mejores condiciones para conducir.
Aun así protagonizó una de las persecuciones más erráticas que se recuerdan y a 30 km/h, según Andy LeBeau, jefe de la Policía de Boone, que explicó que ni las barreras de púas pudieron detener a la maquinaria.
La persecución terminó luego de que el hombre se metiera en un camino vecinal y tras unos kilómetros cayera a una zanja, donde tuvo que ser reducido por la fuerza.