Con la llegada de las vacaciones, los perros del hogar experimentan cambios en su rutina. Y es que se modifican los días porque los integrantes de la familia se disponen a tomar días de descanso y relax.
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Con la llegada de las vacaciones, los perros del hogar experimentan cambios en su rutina. Y es que se modifican los días porque los integrantes de la familia se disponen a tomar días de descanso y relax.
Cuando llega este tiempo, la gente que puede llevarlos lo hace; pero el grupo masivo es el que debe dejar sus animales y -ante esa situación- el animal debe asimilar otras actividades con un entorno diferente al que estaba acostumbrado. Por ello, lo primero que hay que pensar es en no dejarlos solos en el hogar, sino bajo el cuidado de un familiar responsable.
"Lo importante, antes que nada, es revisar la salud del animal y llevarlo al médico veterinario para que controle que todo esté en orden. Después es bueno que el cuidador y la familia compartan un tiempo en simultáneo para que el perro se vaya adaptando a nuevas presencias; muchos me tildan de loco pero es más que positivo hablar y contarles que algunos días no estarán con ellos. Considero que son seres que presienten lo que va a ocurrir, por eso es bueno decirles antes del alejamiento temporal", explicó el veterinario Fabricio Sánchez, quien luego sugirió que -en lo posible- el can continúe realizando una rutina prevista para que su comportamiento siga atento a su contexto.
"En verano y los días que estamos teniendo, lo primordial es el agua. Tanto ellos como nosotros necesitan hidratarse y alimentarse bien. Además, otro factor es el juego. Un perro que no descarga sus energías corriendo en un patio o saliendo a caminar, no es feliz; tiene que tener la posibilidad de estar activo y socializar", contempló el especialista.
Asimismo, dijo que si el viaje de los tutores del animal es extenso en días, es posible que se noten rasgos depresivos.
"Cuando los 'papás' se van por mucho tiempo, el parámetro en conducta es que tiende a decaer el ánimo del canino junto a las ganas de alimentarse, es decir, dejan comida en el plato y usualmente se pasan durmiendo todo el día y es porque llegan al punto de extrañar", contó.
"Supe de casos que para alivianar esa espera en el animal, los niños de las familias llegaron a hablar por teléfono para que escuche el perro en cuestión, provocando que por las voces, el animal los reconozca y así cambie su semblante a más animado", recordó el médico quien destacó que la mascota debe estar cuidada en todo momento para priorizar su salud y bienestar.
Sin embargo, existe otro grupo de personas que, ante la decisión de viajar, llevan consigo al animal. Para este caso, las mascotas deben adaptarse al nuevo lugar elegido, donde tienen que tener espacio y comodidad; no sin antes asistir a un chequeo previo de la salud con el veterinario de confianza.
"Si se trata de un perro o un gato, es necesario que tenga una permanente hidratación debido a los días de calor. Además, una correa o arnés para caminar y la alimentación más bien liviana en el lugar elegido para vacacionar", destacó.
Ante el riesgo de insolaciones o golpes de calor, el especialista recomendó que los paseos debieran ser en horas de la tarde para que, de esta manera, sea posible evitar el sol y la deshidratación.
"Siempre aconsejo que los perros tengan un plato de agua al alcance porque muchos se pueden agitar, así también la ventilación y que se renueve el aire", afirmó Sánchez que, por último, recomendó no dejar de visitar al médico periódicamente.