Cerca de fin de año, entre los cerros y hermosos paisajes del paraje Tumbaya Grande los sonidos de los fuelles ejecutados por destacados maestros, se conjugan en el Encuentro zonal del bandoneón, anticipando las festividades populares del verano en la región.
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Cerca de fin de año, entre los cerros y hermosos paisajes del paraje Tumbaya Grande los sonidos de los fuelles ejecutados por destacados maestros, se conjugan en el Encuentro zonal del bandoneón, anticipando las festividades populares del verano en la región.
Cuando inicia noviembre, los tradicionalistas esperan con ansias la realización de la convocatoria, donde además de revalorizar el instrumento base del folclore carpero, se pone de manifiesto la gastronomía regional como el cordero al horno.
Y a la vez, se colabora con la Escuela N° 377 "El Porvenir" (que es el objetivo por cual surgió esta iniciativa), para que sus alumnos puedan estudiar en las condiciones correctas y sus maestros brindar una educación en un ámbito adecuado.
La edición de ayer, la 42º, convocó a los bandoneonistas Urbano Galeán, Alvaro Poclava, Fabio Gallo, Ángel Suárez, Los hermanitos Quiquiza (donde el fuellista destacado es Víctor Lian) y Aldo Quispe, homenajeado por los organizadores, al púbico y los músicos.
Desde Volcán, Tumbaya, Purmamarca, Maimará, Tilcara y de la región Valles, llegaron hasta Tumbaya Grande para ratificar la plena vigencia del bandoneón como uno de los instrumentos preferidos del folclore popular.
La directora del establecimiento, Liliana Cardozo y el presidente de la Asociación de padres, Roberto Lamas, quienes organizaron el Encuentro, destacaron la colaboración del público y la participación de los músicos.
El tradicional topamiento de bandoneonistas, lo más esperado de la jornada en el Salón comunitario "Máximo Gregorio Puma", se produjo alrededor de las 18.30, ejecutando entre todos los instrumentistas, la zamba "La yaveña", "La 7 de abril", "Chacarera del rancho", del recordado Máximo Puma interpretaron "Mama coya", y para concluir, una selección de carnavalitos.
Quispe, con más de 25 años de trayectoria artística y protagonista por segundo año en Tumbaya Grande, consideró que el Encuentro "tuvo en cuenta al bandoneón, que defiende mucho el gauchaje jujeño" y "debe seguir para que sea el espacio donde se expresen los nuevos bandoneonistas y sea además un incentivo".
Y no dudó en señalar "que cada año este encuentro será mucho mejor y más convocante, y debo destacar que se hace a pulmón y con un objetivo solidario por los chicos de la primaria".
Luego, reconoció que "desde hace varios años atrás me venían invitando, pero por uno u otro motivo no pude cumplir, y ahora sí estoy aquí, es mi segunda oportunidad y con el privilegio de ser homenajeado. Es la primera vez que me reconocen por lo que hago, lo cual me sienta muy bien".
Al término del topamiento, Cardozo y Lamas entregaron reconocimientos a los fuellistas, y agradecieron la presencia de los asistentes, quienes bailaron dentro y fuera del salón comunitario que recuerda al maestro Gregorio Puma, quien formó a varios de los bandoneonistas que pasaron por las ediciones del Encuentro.
El público, además degustó el cordero al horno de barro acompañado con mote de habas y papas andinas; también se sirvieron tamales y empanadas; y por la tarde, se ofreció mate cocido y api con tortillas, y exquisiteces de la repostería regional, en una agradable jornada de revalorización folclórica.