La familia de un apostador español pasó de la mayor alegría de su vida al peor drama en menos de una semana: el joven, que había ganado la lotería el lunes 6 de noviembre, murió antes de cobrar el premio.
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La familia de un apostador español pasó de la mayor alegría de su vida al peor drama en menos de una semana: el joven, que había ganado la lotería el lunes 6 de noviembre, murió antes de cobrar el premio.
La particular e increíble situación ocurrió en Villaviciosa, Asturias. Un comerciante local había ganado un suculento premio tras el sorteo del EuroDreams. Le dejó entonces un monto a cobrar de 2.000 euros al mes durante cinco años (120.000 euros en total).
Pero el apostador anónimo murió repentinamente seis días después, sin cobrar ni un euro. “Cuando me enteré ni me lo creía. Se iba a casar dentro de poco, así que este era el regalo perfecto”, afirmaba entonces Otto Gutiérrez, propietario de la agencia de lotería donde se había vendido el billete ganador.
Para estos casos concretos, Loterías y Apuestas del Estado tiene una serie de normas establecidas. Hay que tener en cuenta que este premio se pagaba durante cinco años y no al momento. El reglamento de Eurodreams dice que si el ganador de primera o segunda categoría muere antes del abono completo del premio, el importe remanente se hará en un pago único a sus herederos, siguiendo las disposiciones de derecho de sucesiones vigentes y de aplicación.
El importe remanente del premio es la suma de las mensualidades que hay pendientes de pago en el momento que Loterías tiene conocimiento de que el ganador fallece. Esta cantidad se divide entre los herederos siguiendo las disposiciones sucesorias. El importe para cada heredero será redondeada a la unidad inferior.
El dinero se les pagará a éstos cuando se establezcan los requisitos establecidos en el derecho de sucesiones y tributario.