El juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa dejó un saldo de ocho condenado, cinco a perpetua y tres a 15 años de prisión. Tras el veredicto, los ocho rugbiers fueron trasladados de regreso a Melchor Romero, donde siguen compartiendo la misma celda.
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El juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa dejó un saldo de ocho condenado, cinco a perpetua y tres a 15 años de prisión. Tras el veredicto, los ocho rugbiers fueron trasladados de regreso a Melchor Romero, donde siguen compartiendo la misma celda.
Los actuales días de los condenados siguen siendo bastante similares a los de sus últimos dos años. Continúan en el mismo lugar y con las mismas actividades. Tienen recreos de dos a tres horas diarias en el patio del penal y se encuentran alojados lejos de la población carcelaria común.
Varios psicólogos acuden a diario para mantener sesiones de terapia con los rugbiers. También reciben habitualmente la visita de sus familiares y amigos. Y según confirmó el medio Infobae, la relación entre los ocho condenados es buena a pesar de rumores de conflictos entre ellos. Sin embargo, se espera que próximamente sean trasladados por separado a distintos penales.
Máximo Thomsen se había referido a sus días en la cárcel cuando habló con la fiscal Verónica Zamboni en febrero de 2020. El encargado de darle el golpe letal a Fernando había dicho: “Quiero aclarar que en la cárcel no estamos como dicen los medios, que dicen que tenemos aire acondicionado, que tenemos ventiladores, que somos presos VIP”.
“En realidad estamos toda la noche escuchando lo que nos dicen otros presos, que nos gritan que tienen precio nuestras cabezas, que Burlando los va a defender, que nos quieren violar. Nos gritan de todo por la ventana”, detalló Máximo Thomsen.