La influenza aviar es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta tanto a aves domésticas como a silvestres.
Esta enfermedad compleja es causada por virus divididos en múltiples subtipos cuyas características genéticas evolucionan con gran rapidez.
Es considerada mortal para las aves infectadas y hasta el momento no tiene cura.
En los últimos meses diversos países de la región -Ecuador, Perú, Colombia, Chile y Bolivia- detectaron casos positivos en sus territorios.
En la Argentina la situación de vigilancia preventiva se incrementó luego de que Bolivia informara su situación.
Lo que la Secretaría de Agricultura y los organismos sanitarios buscan evitar a toda costa es el ingreso de la enfermedad a granjas de producción avícola, que en su mayoría están ubicadas en las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires.
Si bien la detección en una granja significaría el sacrificio del total de los animales en el establecimiento y en lugares contiguos, la puesta en cuarentena de los alrededores y la imposibilidad de que esa planta vuelva a producir durante ocho meses, también quitaría a Argentina el status de país libre de influenza aviar, cuestión que todavía no sucedió.
Por tal motivo, la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) informó que trabaja en plena coordinación con las autoridades sanitarias y de política agropecuaria para extremar las medidas de prevención y control de esta enfermedad que puede afectar a las aves los establecimientos productivos del país.
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La influenza aviar es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta tanto a aves domésticas como a silvestres.
Esta enfermedad compleja es causada por virus divididos en múltiples subtipos cuyas características genéticas evolucionan con gran rapidez.
Es considerada mortal para las aves infectadas y hasta el momento no tiene cura.
En los últimos meses diversos países de la región -Ecuador, Perú, Colombia, Chile y Bolivia- detectaron casos positivos en sus territorios.
En la Argentina la situación de vigilancia preventiva se incrementó luego de que Bolivia informara su situación.
Lo que la Secretaría de Agricultura y los organismos sanitarios buscan evitar a toda costa es el ingreso de la enfermedad a granjas de producción avícola, que en su mayoría están ubicadas en las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires.
Si bien la detección en una granja significaría el sacrificio del total de los animales en el establecimiento y en lugares contiguos, la puesta en cuarentena de los alrededores y la imposibilidad de que esa planta vuelva a producir durante ocho meses, también quitaría a Argentina el status de país libre de influenza aviar, cuestión que todavía no sucedió.
Por tal motivo, la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) informó que trabaja en plena coordinación con las autoridades sanitarias y de política agropecuaria para extremar las medidas de prevención y control de esta enfermedad que puede afectar a las aves los establecimientos productivos del país.