"La vida te da sorpresas... sorpresas te da la vida, ay Dios" nos dice Rubén Blades en una hermosa canción y no deja de ser cierto. La cita en el paraje El Algarrobal para poder dialogar con dos "facilitadoras en desarrollo personal y sanación emocional asistidas por caballos" de repente en medio de unos mates y unos cafés fue tomando otro rumbo.
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"La vida te da sorpresas... sorpresas te da la vida, ay Dios" nos dice Rubén Blades en una hermosa canción y no deja de ser cierto. La cita en el paraje El Algarrobal para poder dialogar con dos "facilitadoras en desarrollo personal y sanación emocional asistidas por caballos" de repente en medio de unos mates y unos cafés fue tomando otro rumbo.
Ahí en ese lugar aparecieron Platero, Sofía y Esteban y lo sorprendente en el asiento trasero de una moderna camioneta y plácidamente sentada estaba una cabra, Carlita, con ínfulas y aire de perro a quien lo único que le falta es ladrar, por lo demás lo más parecido a "Boby".
RISAS Y LÁGRIMAS | LAS ANÉCDOTAS PERMITEN QUE SE MANIFIESTEN LAS EMOCIONES
Mirian Cercos y Lorena Montiel frente a la sorpresa del equipo de El Tribuno de Jujuy no pueden menos que sonreír a la vez que tímidamente comienzan a referirse a una actividad que les llena el alma, el corazón y la vida, ser y sentirse rescatistas.
"Nuestra principal actividad son los talleres que brindamos, Kawallu es un espacio de terapias holísticas destinado a trabajar en el autoconocimiento y sanación a través de la interacción con la manada y su entorno natural", comentan casi al unísono.
SOFÍA Y ESTEBAN | LOS PONY QUE CONQUISTARON EL CORAZÓN DE MIRIAN CERCOS.
A partir de ese momento comienzan a "tirar títulos" como "sería bueno que la gente se relacione con los caballos desde niños" o "qué bueno e importante inculcar siempre el amor por los animales vivientes y sintientes no humanos el amor" a partir de ahí la charla fue la gran cantidad de animales rescatados, donde se destacan Platero, un burrito, los ponis Sofía y Esteban y obviamente la cabra Carlita.
Historias de amor
Mirian Cercos se crió en el campo y de ahí ese cariño casi natural, "para mí es normal la relación con los animales de granja, porque desde niña tenía contacto con aquellos que habían quedado huérfanos sean cabras, terneros, potrillos, incluidos algunos pájaros y pollos", comenta.
Después de un impasse de cerca de quince años y a partir de la haber estado integrando la Fundación Jujeña de Equinoterapia nuevamente a tener trato y convivir con los caballos, siendo esa la puerta que le permitió ingresar y desarrollar su amor por esos animales en situación crítica, de riesgo.
CARLITA | UNA CABRA QUE AL CRIARSE CON LOS PERROS ACTÚA COMO TAL.
Lorena Montiel se refiere a su cabra que le fue entregada por un campesino que al no poder mantenerla se la ofreció y al llevarla a su vivienda fue adoptada no solo por su familia humana sino también por su "familia perruna" la que le fue transmitiendo sus propios modales y hábitos.
Remarca Lorena Montiel que "viaja en los vehículos tal cual lo hace un perro, se sube a la cama y debo agradecer a mi esposo que no solo me permite tener animales en casa sino que colabora conmigo".
En el caso de los ponis, Sofía que era escapista, permanecía atada hasta que un día Mirian Cercos pudo adquirirla, pasando algo parecido con Esteban. "Realmente era muy triste observar a la pony todo el día atada así que me propuse comprarla. Pasado un tiempo me comentan que unos fotógrafos que utilizan animales habían dejado solo y atado un pony que pugnaba por desatarse, después de negociar por varias horas logré que me lo vendiera, utilizando dinero que tenía para cambiar mi camioneta, después tuve que salir a pedir prestado".
PLATERO Y ELLAS | CON SU TERNURA CONQUISTÓ EL CORAZÓN DE LAS RESCATISTAS.
Pero al recordar el momento de rescatar a Platero, un simpático burrito y en las condiciones en que se encontraba, la emoción las embargó. "Es muy triste observar cómo la gente descuida a los animales, es mucho más fácil poder rescatar un perro o un gato que un caballo o un ternero" y el solo recuerdo de cómo encontraron a varios caballos, uno en Yala totalmente desnutrido, "le faltaba unos ciento cincuenta kilos y el propietario nos dijo 'por mí se lo pueden llevar o dejar que muera, me da lo mismo', nos hace revivir momentos dolorosos o aquel otro que quedó colgado en un alambrado de púa y se abrió el abdomen", en ese momentos sus ojos se llenan de lágrimas. El mensaje: "Ama a los animales como a ti mismo".