¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

19°
29 de Marzo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

“Vivimos un momento muy plástico, de poca espiritualidad”

En su andar carnavalero por Jujuy, tocó en la capital, Maimará y Humahuaca. Nació en Buenos Aires, pero lleva en su sangre y su música, la profunda raíz santiagueña.
Jueves, 23 de febrero de 2023 00:58

El carnaval jujeño no solo convoca a público de otras latitudes, sino también a músicos, que sin agenda obligada, vienen a compartir, el misterio de nuestra gran celebración.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El carnaval jujeño no solo convoca a público de otras latitudes, sino también a músicos, que sin agenda obligada, vienen a compartir, el misterio de nuestra gran celebración.

Hugo "Cuervo" Pajón, fue uno de ellos. Pasó por San Salvador de Jujuy, guitarreó, fue a Jujuicito, comadreó a lo grande con la Unión Obrera de Maimará en su festejo capitalino. En Humahuaca se juntó con "El Bicho" Díaz y tocó en el Monumento a los Héroes de la Independencia y en una peña. En fin, llenó de música cuando espacio pudo.

En un alto del andar musiquero, El Tribuno de Jujuy pudo dialogar con el músico más elegido por los bailarines.

Pajón nació a principios de los setenta en Buenos Aires, pero su raíz es tonocotés, del suelo santiagueño. Abuelo y padre bandoneonistas, madre sanadora nativa, le dieron un aura de magia y misterio a su vida.

Entre la danza y le bandoneón, fue forjando un mensaje de libertad y misticismo. Desde pequeños reductos ornamentados de bohemia, llegó a grandes festivales e incluso, recientemente, perfumó de chacareras al viejo continente.

"Soy un promesante más de esta fiesta que nace desde el corazón de la Pachamama", dijo "El Cuervo al comenzar la charla.

Tuvieron que pasar cinco años, ya que entre la pandemia y compromisos fuera del país, Pajón no podía coordinar tiempos para asistir a Jujuy en carnaval.

"Para mí más que una actuación es un ritual hermoso que elijo compartir cada año; le ponemos mucho de nosotros a esto y lo más grande que te puede pasar como artistas es que gente tan apasionada, sincera y comprometida con la cultura, te espere con los brazos abiertos y te reciba", manifestó el bandoneonista.

Es consiente de que no son actuaciones. Lo tiene en claro él y también sus músicos. Su mánager lo autoriza, porque estos encuentros tienen en su alma, otra trascendencia.

"Tengo años en esto, soy un hombre grande y esto me emociona como chico, porque tenía muchos deseos de venir", dijo el músico al respecto.

Hace alrededor de siete años, en una charla de amigos, Pajón manifestó que necesitaba un giro en su vida. La noche, los vicios, la exacerbación de la bohemia, lo estaban llevando por misteriosos caminos, pero no por su elección.

Tiempo después de esa charla, expresó que "me encuentro en un momento de madurez, más comprometido; dejé de lado un montón de cosas. Me comprometí a tocar en serio, bien, con respeto, quizás diciendo menos con la boca y hablando más con el instrumento".

Para ello, la vuelta de rosca fue firme. Estudió más, buscó perfeccionarse y usó a favor cada minuto de vida. "El Cuervo" sabe que es dueño de una virtud que muchos codiciarían.

"Es una bendición tener una virtud de este tipo", afirmó, pero reconoce que no es algo individual, que no basta con el instrumento y su ejecución, sino que "la gente es una bendición, que te miren, te escuchen, te respeten y te aplaudan, te brinden una danza, es un montón. No sé si hay plata o fama que iguale esto", remarcó.

Hugo Pajón es nombre propio donde quiera que vaya. Santiago, Cosquín, Jujuy, Tucumán, Rosario, Buenos Aires, por no mencionar a todo el mapa nacional, saben de su andar, musiquero y bailarín. Ese transitar le otorgó vigencia, le dio redención cuando se desvió del camino.

Desde su óptica, hoy son pocos los que logran esa permanencia. "Vivimos un momento muy plástico, de poca espiritualidad, de poca sensibilidad, donde cada vez los artistas son más productos con un año de duración", expresó.

Y en este tramo, vuelve a citar al público. "La permanencia la logramos entre todos, mi invitación es a bailar y de ahí es donde se arma una comunión, un círculo de energías muy fuerte. Yo siempre pienso y estoy convencido de que el espectáculo no está en el escenario, se da desde la pista al escenario y viceversa".

Para finalizar, el otrora controvertido y cuasi rebelde Hugo "Cuervo" Pajón, dejó un mensaje que sería pecado no citar. "Pensar en uno mismo es bastante erróneo. Nosotros tenemos suerte de pertenecer a la danza y a la música; yo simplemente me dejo llevar. No viví la pandemia. Me fui al campo a cuidar animales, a fortalecer mi salud, a limpiar mi mente, estudiar y crear. Saqué mucho provecho de eso y hoy lo estoy disfrutando".

“Como Piazzolla, voy a romper estructuras”

Antes de que el diablo lo tiente a carnavalear, Hugo Pajón anduvo por Europa, en una gira que lo encontró como el primer bandoneonista que llevó zambas, gatos, chacareras y escondidos al viejo continente. “Ver a los ingleses, a los franceses, a los alemanes, portugueses, emocionados con la zamba, fue hermoso”. Esto no es magia, como esa que tanto pregona en sus show, sino producto de un trabajo musical, con base espiritual, que el artista supo lograr y capitalizar. El músico anunció que pronto tendremos novedades de su nueva producción, de la que solo adelantó la matriz y, fiel a su estilo, dejó conceptos.

“Estuve trabajando con un Dj. que hace música electrónica y pensé en un material con esa base, para que nuestro folclore se abra al mundo”, adelantó Pajón. El bandoneonista brindó más detalles al contar que “hicimos una prueba y el que no sabía bailar chacareras, gato, escondido, lo bailaba igual y ese es el objetivo”. El público al que hoy quiere conquistar es al que le dará continuidad a su historia, los jóvenes. “Tengo un sueño al estilo Piazzola, romper las estructuras para que se prenda la juventud, porque sin ellos no hay futuro. Los conservadores que no se enojen, siempre hablo de Atahualpa, Los Manseros y los Hermanos Ábalos, Los 4 de Córdoba, Jaime Torres”, subrayó. Dueño de un lenguaje singular, mediante su instrumento, que habla con dicción telúrica, “El Cuervo” manifestó que “a la juventud, los niños, hay que entrarles desde su juego, para que después investiguen de donde viene todo eso. No estoy inventando nada, la base será electrónica, pero la raíz mía, con bombo legüero, bandoneón, violín y guitarra”.

En resumen, “las brujerías tienen que evolucionar, la maquinaria es un túnel del tiempo para cruzar esa barrera, ese puente; para que muchos jóvenes que no tuvieron la vivencia del monte, el rancho, el aljibe, el caballo, tengan un diálogo en su idioma” dijo un didáctico Hugo Pajón.