Durante una mañana a pleno sol, La Quiaca, perla del norte, pórtico boreal patrio celebró el 116 aniversario de fundación.
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Durante una mañana a pleno sol, La Quiaca, perla del norte, pórtico boreal patrio celebró el 116 aniversario de fundación.
El acto central tuvo lugar en plaza Centenario, estuvo encabezado por el intendente Blas Gallardo, junto a la legisladora provincial Alejandra Elías, delegado de la Dirección de Migraciones Jujuy Carlos de Aparici y demás invitados especiales.
La Quiaca, reina de vientos y señora de distancias, dueña de cielos sin nubes, mañanas luminosas, tardes de sol radiante y noches estrelladas, lugar donde el viento encuentra su voz en los tolares, sus pobladores recordaron la ocasión con profunda pertenencia.
La ceremonia, sencilla pero emotiva, dio inicio pasadas las 10, dónde primeramente las autoridades presentes izaron el pabellón patrio y posteriormente entonar el Himno Nacional, con el acompañamiento de la Banda Municipal de Música.
A continuación, el vecino del barrio Santa Teresita Facundo Quispe, pronunció las palabras alusivas a la fecha.
En su alocución, instó a la unidad de todos los quiaqueños para el progreso local y el compromiso social de cada vecino.
Seguidamente hubo entrega de reconocimientos a integrantes de la comparsa Unión Criolla, que este año celebraron 100 años de participación en los carnavales de La Quiaca.
También en homenaje a los fundadores, se descubrió una placa recordatoria, de la centenaria comparsa
Luego, tuvo lugar el pasaje cívico, militar y gaucho, recordando que este, año en el marco de la nueva normalidad participaron todas las delegaciones escolares.
Para finalizar, el primer mandatario quiaqueño junto a la jefa de gabinete, Egle Borreda, y pobladores cantaron el feliz cumpleaños a la centenaria ciudad.
Los festejos por la tarde, se trasladaron al predio de la Manka Fiesta, dónde tuvo lugar un festival musical con la actuación de grupos reconocidos como La Séptima, Adrián y los Dados Negros y demás artistas locales.
La historia
La Quiaca emergió como referencia de progreso gracias al interés inicial puesto de manifiesto por el fundador de pueblos, don Eugenio Tello.
Con el raudo crepitar de los trenes llegaron algunos extranjeros y juntamente con ellos, algunos criollos que vislumbraron posibilidades favorables para impulsar algunos emprendimientos comerciales.
El desaparecido vecino quiaqueño Argentino Normando Soto recordaba siempre "merced a esos pioneros actualmente somos una ciudad, ellos merecen un premio, antes no existían los automóviles, ni nada después estaban los comerciantes árabes, judíos, griegos y alemanes que hicieron que crezca la ciudad".
Toda la ciudad está fuertemente vinculada con la cultura oficial y el progreso, elementos que le dan presencia e identidad propia, al estar limítrofe con Bolivia.
El crecimiento demográfico, prestación eficiente de sus servicios ya sea en el orden de la comunicación, turismo, servicios, la transforman en el poblado de mayor importancia en el norte jujeño.
La ciudad creció con la llegada del ferrocarril, un ilustre escritor quiaqueño expresaba en sus palabras, "quien iba a pensar de que con la llegada del ferrocarril, nacieran tantos sueños y proyectos de grandeza, y un enorme despliegue de patriotismo".