El lunes se conocerán las sentencias que tendrán los ocho rugbiers que atacaron a golpes Fernando Báez Sosa y lo mataron a la salida de un boliche hace tres años en Villa Gesell. La polémica que está creciendo en las últimas horas es que se habla de que los rugbiers esperan condenas distintas. "Las condenas pueden ser diferentes y puede que no haya ninguna perpetua", aseguraron desde la alcaldía de Dolores en la que están detenidos.
Los jueces María Claudia Castro, Christian Rabia y Emiliano Lázzari definirán la responsabilidad de cada uno de los acusados de "homicidio doblemente agravado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas". Según la fiscalía y la querella pedirán la pena de de prisión perpetua pero puede ser que a algunos de ellos les den una condena más leve.
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Los imputados temen por estas horas ser trasladados a la cárcel de Sierra Chica.
Sin embargo, el abogado de los rugbiers, Hugo Tomei caratuló el crimen como "homicidio en riña" o "preterintencional", que tienen una pena de 3 a 6 años, o un "homicidio simple con dolo eventual", por el cual podrían recibir una condena de 8 a 25 años.
Los 8 jóvenes que perpetuaron la fatal paliza a Fernando además podrían ser separados y enviados a distintas cácerles. En las últimas horas pidieron biblias y la visita de una pastor, porque se cree que de esta forma quieren ser ingresados a pabellones evangelistas, que suelen ser más tranquilos y menos violentos que los demás lugares de los penales.