Cambiar una infancia difícil por ayudar a mejorar la niñez de las nuevas generaciones es la luz que se abre paso cada día en la labor de Yolanda Gaspar, una mujer que diariamente se preocupa por el bienestar de más de doscientos niños en Jujuy.
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Cambiar una infancia difícil por ayudar a mejorar la niñez de las nuevas generaciones es la luz que se abre paso cada día en la labor de Yolanda Gaspar, una mujer que diariamente se preocupa por el bienestar de más de doscientos niños en Jujuy.
Es que en "Pica Piedra" no falta alimento y contención para los pequeños que forman parte del merendero que se encuentra en Remanente 16, lote 15 de las 150 Hectáreas, Alto Comedero. En este espacio, los días lunes y miércoles a partir de las 18 se abren las puertas para dar lugar a la ayuda comunitaria, donde se elabora una merienda especial.
"Arroz con leche si se puede o sino para poder comprar se prepara ensalada de frutas, pero también anchi o mate cocido con tortilla o una chocolatada con bizcochuelo, trato que sea con algo más para que sea más completo", contó Gaspar, enfatizando en una búsqueda incesante, siempre para colaborar aunque sea "con un granito de arena" desde su lugar.
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"Yo eso lo que siento es una alegría mía de poder dar una mano a los demás. Cuando era niña pasé una infancia difícil pero una sigue adelante. Entonces esta idea se pudo hacer para poder convertir lo malo en algo bueno", destacó la jujeña, que tiene el propósito de continuar con esta tarea.
Desde la creación del merendero se evidenció su intención solidaria desde un primer momento y se convirtió pronto en una realidad interesante, que con un esfuerzo importante logra mantenerse con vida. "Esto significa una ocasión para encontrar un apoyo, así como de un padre o de una madre o familiares o vecinos que es bueno sentirse acompañado. De ahí fue recorriendo una idea mía y poder ayudar a los demás que en realidad lo necesitan mucho", indicó Gaspar, que también cuando fue niña asistió a un merendero.
"Los chicos son todo. Yo sigo haciéndolo, como dicen es poquito de un sueño hecho realidad, los chicos no pierden la esperanza. Realmente espero que sigan con ese mensaje que sí pueden salir adelante", comentó.
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Y es que cada día que pasa, los niños retiran la merienda con el fin de compartir junto a los demás.
Luego de cinco años de función activa y atravesando tanto triunfos como sinsabores, se puede decir que "Pica Piedra" se fortaleció, superando las perspectivas.
Hoy cuenta con más de doscientos niños que -haya frío o calor- reciben su merienda repartida en partes iguales. "Cuando se puede hacer un evento como el Día del Niño, o Día de la Madre, lo hacemos, pero siempre tratando de buscar a través de donaciones. También nos lleva a vender rifas y movilizar las redes sociales para solicitar ayuda", contó Gaspar, que intenta a diario la posibilidad de apadrinar las celebraciones especiales y a los integrantes de la entidad.
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"Lo que vemos con las madres es de recolectar juguetes donados por otras personas y dar lo que se pueda y que esté al alcance. Hay que seguir colaborando con lo poquito o mucho que tengamos. Ayudar es lindo y deja una enseñanza para los chicos, para que sean buenas personas", indicó la referente y organizadora de este lugar que también recibe a personas de la tercera edad. "Para mí es hermoso verlos sonreír", finalizó.