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Máximo Thomsen, de líder absoluto al más odiado por los rugbiers

El condenado a cadena perpetua se encuentra enfrentado con su grupo y con permanente asistencia psiquiátrica. 

Lunes, 13 de marzo de 2023 18:11

Unos minutos marcaron un vuelco absoluto en la vida del principal condenado por a muerte de Fernando Báez Sosa: Máximo Thomsen. El joven que lideraba el grupo de los rugbiers que tenían por costumbre salir los fines de semana a mostrar su poder a los golpes, tras la condena judicial, no solo perdió su libertad, también se esfumó su liderazgo.

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Unos minutos marcaron un vuelco absoluto en la vida del principal condenado por a muerte de Fernando Báez Sosa: Máximo Thomsen. El joven que lideraba el grupo de los rugbiers que tenían por costumbre salir los fines de semana a mostrar su poder a los golpes, tras la condena judicial, no solo perdió su libertad, también se esfumó su liderazgo.

Ya en el último tramo del juicio, los rugbiers comenzaron a romper el pacto de silencio que había promovido la familia de Thomsen desde que fueron detenidos en Villa Gesell. Sucede que su padre, Marciel (56), era el progenitor con peso más fuerte del grupo de jóvenes, no sólo porque en Zárate afirman que tiene un mejor pasar económico, sino también por supuestas vinculaciones pasadas con el poder político.

Así, todos los condenados se encolumnaron detrás de las órdenes de las órdenes del abogado Hugo Tomei y mantuvieron un silencio absoluto, algo que que comenzó a romperse incluso antes de que se conocieran las condenas y que explotó luego de conocerse las sentencias condenatorias.

El rudo que ya no es

Máximo Thomsen pasa sus días en el penal de Melchor Romero desde donde, luego de recibir una dura golpiza de quienes supieron ser sus laderos incondicionales, comenzó a mostrar quiebres que preocupan al personal del servicio penitenciario. Fue esta misma pelea la que llevó a separar a los condenados.

No bien fue trasladado se conoció que mostró duros signos de depresión, algo que supuestamente se incrementa día a día. Incluso, se conoció una nota en la que el mismo Thomsen afirmó sentir “claustrofobia”, pidió disculpas por darle patadas al buzón (la celda donde lo alojan) y pidió ver a un pastor y una Biblia. Esto despertó las alarmas en el Servicio Penitenciario, donde el temor porque intente quitarse la vida llevó a tomar acciones precautorias.

Desde entonces, Thomsen, el joven que más golpeó a Fernando Báez Sosa, causándole la muerte por la que hoy está cumpliendo una condena perpetua, está constantemente monitoriado y asistido por médicos y psiquiátras

 

FUENTE: REVISTA NOTICIAS