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Saldando una deuda de honor

Domingo, 26 de marzo de 2023 01:02

Hace más de cincuenta años éramos tan solo un grupo de adolescentes que hacíamos de la amistad un verdadero culto. En aquellas reuniones en el Pasaje Ernesto Claros fuimos dando testimonio de ese sentimiento. Así surgieron versos, de mala calidad, los que dieron lugar al denominado por mis amigos libro "Versos sencillos", demostrándome con ese gesto el gran cariño que me tenían.

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Hace más de cincuenta años éramos tan solo un grupo de adolescentes que hacíamos de la amistad un verdadero culto. En aquellas reuniones en el Pasaje Ernesto Claros fuimos dando testimonio de ese sentimiento. Así surgieron versos, de mala calidad, los que dieron lugar al denominado por mis amigos libro "Versos sencillos", demostrándome con ese gesto el gran cariño que me tenían.

Estamos hablando de los años 1971 a 1975. Pero hubo uno de esos "versos" (¿?) que nos tocó muy profundo en nuestros corazones, de tal manera que nos comprometimos a darlo a conocer y, si fuera posible leerlo en los funerales respectivos, los que sabíamos que iban a llegar inexorablemente por la ley de la vida. Lamentablemente llegaron y fue en medio del drama de la pandemia y los días de encierro y distintas prohibiciones que estoicamente supimos sobrellevar, lo que impidió cumplir con la promesa empeñada.

Es por ello éste sencillo homenaje para aquéllos que tengo la dicha de tenerlos (ellos saben bien quiénes son) y para los que partieron a buscar una cancha para que juguemos al "chuty" allá en el cielo, para ustedes mis queridos Cacho Vázquez; Jorge Horacio Freire; Juan Carlos "Cucurucho" Ceballos; Misael Rafael Soria Linares; Daniel Alfredo Beguier; René Domingo Taritolay; Jorge Taborda.

Para ustedes: "Amigo, eres el dueño de un sentir profundo, de un ideal sublime con Dios como testigo, de lo más grande que existe en este mundo, de una sola palabra, Amigo. Tú tienes en mi pecho un lugar sagrado donde ejercer tu derecho, por ser un ser amado. Y un templo tienes dentro de mi corazón, donde orar por nuestra gran verdad donde hallare a la vida una hermosa razón, donde rendirle culto a nuestra amistad. Y cuando ya nada seamos, compañero fraterno, y a nuestras tumbas bese el viento, en el aire llevará nuestros espíritus en un abrazo eterno, pues nuestra amistad va más allá de los cielos y el tiempo".

 

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